En un montaje muy teatral, de paredes negras en las que resaltan las fotografías realizadas por Saura desde los años cincuenta, cuando empezó a viajar por España para hacer un libro de sus gentes que nunca llegó a ver la luz al interponerse el cine en su labor como fotógrafo, la exposición pone de manifiesto su polifacética personalidad.
Patrocinada por Caja España en colaboración con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, Otras miradas de Carlos Saura llega a Madrid tras su exhibición en el Patio Herreriano de Valladolid y después viajará por otras ciudades españolas.
Fotografías, bocetos, maquetas, acuarelas, extractos de filmaciones, cuadernos, libros, escritos, dibujos y pinturas, con sus fotosaurios o fotografías pintadas, y una colección de máquinas fotográficas han sido seleccionadas por el comisario Asier Mensuro entre el incontable material que guarda el director y guionista de cine desde hace alrededor de cincuenta años.
“Acostumbrado a valorar a Saura por su sobresaliente trayectoria en el séptimo arte, quedé sorprendido al comprobar el rigor con el que se entrega a otras disciplinas”, señaló el comisario, para quien Carlos Saura es “uno de los más destacados intelectuales del siglo XX”.
Para la organización de la exposición, Asier Mensuro se trazó una ruta que le hizo darse cuenta “de una serie de obsesiones y temas recurrentes que están presentes en toda su obra, en los diferentes ámbitos de la misma. He intentado dar una visión global en diferentes formatos y disciplinas de esos temas recurrentes”.
El resultado han sido seis grandes bloques temáticos dedicados a la historia de España, la violencia y la muerte, las mujeres, la fotografía, el cine y la música y la danza, que recorren la obra multidisciplinar del artista, quien se mostró encantado de estar en el teatro Fernán Gómez, “uno de mis grandes amigos, a quien dedico la exposición”.
A pesar de los muchos aspectos de su carrera que se pueden contemplar en alrededor de doscientas obras, Saura afirmó que su actividad se centra en el cine “y lo demás es periférico. El trabajo fundamental en el que pongo todo mi esfuerzo es el cine”.
El cineasta comentó que, de alguna de sus cuarenta películas, rodadas desde 1959, ya ni se acuerda, y señaló que sigue siendo fotógrafo. “Soy un obseso de la cámara, siempre voy con ella”.
Al contemplar todas las obras expuestas, Saura afirmó que no siente nada especial por ninguna de ellas. "No soy nada sentimental con mi trabajo. Lo soy con mi vida", dijo.