Cada año se producen en España más de 3.000 nuevos casos de VIH, pero el 48 por ciento se diagnostica tarde, lo que retrasa por tanto el inicio del tratamiento y la posibilidad de alcanzar lo que se denomina como carga viral indetectable, situación en la que el virus no puede transmitirse.
Así lo han señalado en rueda de prensa desde el Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (GESIDA), con motivo de la celebración del XIII Congreso Nacional de GeSIDA, que se celebrará en Sitges (Barcelona) este domingo y hasta el próximo miércoles.
En este sentido, el presidente de GeSIDA, José Ramón Arribas, ha reclamado a las administraciones sanitarias el establecimiento de medidas más ambiciosas para favorecer una mejor prevención y el diagnóstico precoz de los nuevos casos.
"El VIH sigue siendo un problema de salud pública de primera magnitud en España, por lo que realizamos un llamamiento para evitar la autocomplacencia, ya que España tiene todos los instrumentos posibles para evitar que los contagios se sigan produciendo. Realizamos demasiados pocos test, y sería muy importante disponer de la información de cuántas pruebas de VIH se realizan al año en España, un parámetro esencial para evaluar nuestra respuesta frente a la epidemia", ha denunciado.
Y es que, aunque la tasa de nuevos diagnósticos de VIH en España es similar a las de otros países de Europa Occidental, es "superior" a la media de los países de la Unión Europea. De hecho, según datos oficiales recientes, en España viven entre 130.000 y 160.000 personas infectadas por el virus, de las cuales un 25 por ciento o están sin diagnosticar o no tienen un seguimiento apropiado de su situación virológica.
Del mismo modo, el último informe de vigilancia epidemiológica del VIH elaborado por el Ministerio de Sanidad señala que las personas oriundas de otros países suponen una parte relevante de los nuevos diagnósticos que se producen en España. A este respecto, GeSIDA ha pedido ofrecer atención y administrar tratamiento a todas las personas diagnosticadas aunque estén en situación irregular.
ARRIBAS: "Ante los recientes hechos ocurridos en Madrid, donde migrantes en situación irregular y con VIH habían visto interrumpido su acceso al tratamiento, algo que finalmente se ha subsanado de forma satisfactoria, desde GeSIDA insistimos en la importancia de facilitar a todas las personas infectadas el tratamiento, ya que un correcta adherencia terapéutica es hoy día la única fórmula existente para mantener la carga viral indetectable en las personas que viven el virus, y por consiguiente, la vía más efectiva para evitar que lo trasmitan a otras personas", subraya Arribas.
Por otro lado, desde GESIDA han destacado la necesidad de contar con profesionales formados en este ámbito, dado que España es el "único país de Europa" que carece de la especialidad médica de enfermedades infecciosas.
"Tenemos el dudoso privilegio de ser el único país de Europa y del mundo desarrollado que carece de la especialidad en enfermedades infecciosas, y esto es algo insólito si se tiene en cuenta que estas patologías son un problema reciente. La apuesta por esta especialidad se demora continuamente y sin explicación convincente por parte de la administración sanitaria, coartando la posibilidad de contar con una formación acreditada para las nuevas generaciones de sanitarios que traten a las personas con VIH", ha destacado el presidente de SEIMC, Antonio Rivero.
En los países desarrollados se estima que el 30 por ciento de todos los adultos con el VIH tiene 50 o más años, y es probable que para la próxima década más de la mitad de las personas infectadas por el VIH sean mayores de 50 años. Estos datos ponen de manifiesto la creciente importancia que va a tener este colectivo de pacientes y que conllevará la necesidad de incrementar los lazos de colaboración multidisciplinar con compañeros de otros ámbitos sanitarios a fin de ofrecer la mejor asistencia.
Las personas que viven con VIH presentan más comorbilidades y pueden presentar un envejecimiento más precoz que aquellas no infectadas por el virus. Por ello se considera necesario establecer unos cuidados especiales de estas personas para reducir su morbilidad y mortalidad, así como para mejorar su calidad de vida. Entre otras medidas, deben establecerse mayores controles y seguimientos ante la aparición de patologías comunes en este ámbito, como es el caso de la hipertensión arterial, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), deterioro de la función renal, menor densidad ósea o tumores, entre otros.
Finalmente, y con el fin de facilitar que las nuevas generaciones de profesionales sanitarios que se inicien en el abordaje del VIH cuenten con un punto de encuentro para el debate, la formación y la colaboración en proyectos de investigación, se ha puesto en marcha la iniciativa 'GeSIDA Nov(b)el', dirigido a aquellos socios con menos de 45 años o que lleven menos de cinco años en el ámbito del VIH.
"Es lo mínimo que podemos hacer ante la inexistencia de una Especialidad propia, para alentar a aquellos compañeros y compañeras más jóvenes, para estimularles en su desarrollo profesional y conseguir que no caiga en saco roto el amplio poso científico que se ha generado en España en torno al VIH a lo largo de estos 40 años", ha zanjado Arribas.