Tras el corte de la cinta inaugural y la bendición de la Feria, en una breve intervención, el Vicario agradeció al Ayuntamiento de Torremolinos y al Palacio de Congresos de la localidad la iniciativa de promover esta singular muestra, de cuyo desarrollo también significó el importante papel de los voluntarios.
Mantener la tradición
Por su parte, el primer edil de Torremolinos recordó el doble objetivo de la Feria, en el sentido de que la misma pretende, por un lado, contribuir, mediante la venta de productos típicos elaborados por las órdenes religiosas, al sostenimiento de las mismas y, por otro, a favorecer el mantenimiento del rico patrimonio monumental que representan las sedes de conventos y monasterios repartidos por toda la geografía española, de los que Pedro Fernández Montes también valoró su dimensión de atractivo turístico de primer orden, además de su importancia cultural e histórica.
El alcalde se refirió también a la pretensión del Ayuntamiento, a través de esta Feria, de acercar a los vecinos de Torremolinos y de toda la provincia, así como a los turistas en general, las excelencias de los dulces y productos vinculados a los conventos y monasterios que, de no ser por una incitativa como ésta, difícilmente podrían ser valorados conjuntamente, dada la dispersión geográfica de los lugares donde se elaboran.
Por último, Pedro Fernández Montes invitó a todos los vecinos y ciudadanos del conjunto de la provincia a visitar la Feria, no sólo por su importante significado en cuanto a la colaboración que supone con los fines señalados anteriormente, sino también por lo que representa de ocasión inmejorable para degustar productos de gran tradición y calidad, muchos de ellos estrechamente vinculados a las fiestas navideñas.
‘Dulce’ oferta para todos
La III Feria del Dulce de Convento oferta hasta 8.000 kilogramos de diferentes productos, habiéndose incorporado este año como novedad una representación de Badajoz, que se une a la representación de los conventos pertenecientes a Málaga, Granada, Jaén, Córdoba, Cádiz y Sevilla.
Borrachuelos, mostachones, huesos de chocolate, alfajores, membrillos, yemas, trufas, roscos o ‘encomiendas’ son algunos de los típicos dulces, no sólo navideños, que forman parte del catálogo de productos en exposición y venta en esta muestra que abre sus puertas hasta el sábado de 11,00 a 14,00 y de 16,00 a 20,00 horas, siendo el acceso a la misma totalmente libre, y que cuenta para su desarrollo con la colaboración de voluntarios de peñas y asociaciones del municipio, que atienden los distintos stands.
Valor histórico y cultural
Tanto el Ayuntamiento de Torremolinos como el Palacio de Congresos y Exposiciones, organizadores de la muestra, destacan especialmente el fin social de la misma, teniendo en cuenta que la recaudación obtenida por la venta de los dulces y postres confeccionados por las religiosas no sólo servirá para el sostenimiento de los gastos diarios de esas órdenes, sino que incidirá también de forma positiva en el mantenimiento de los conventos y monasterios participantes, en muchos casos de enorme valor histórico-artístico, obligación que, en muchos casos, tienen que soportar exclusivamente los propios colectivos religiosos.
Entre las órdenes religiosas representadas en esta Feria están las Mínimas (de Archidona), Clarisas, Agustinas Recoletas, Dominicas de la Orden de Predicadoras, las Carmelitas, Agustinas, Franciscanas, Santísima Trinidad (Jaén), Carmelitas Descalzas, Franciscanas Descalzas, Comendadoras de Santiago (Granada) y las Monjas del Carmelo.
