De hecho, la Fiscalía le acusa precisamente de ofrecer, siendo el instructor del proceso, favores judiciales a los presuntos implicados a cambio de dinero, por lo que se enfrenta a dos años de cárcel, 30 de inhabilitación como magistrado y multa de más de ocho millones de euros por la posible comisión de dos delitos de prevaricación judicial y otros dos de cohecho.
En la segunda sesión de la vista oral, que hoy se ha centrado en el interrogatorio de los cuatro imputados en el proceso --además de De Urquía, el empresario Arnaud F.A., el responsable de la revista 'Social Life' Igor M.L. y el también empresario Azan K.--, el entonces juez, que ejerce actualmente de abogado en Alicante, defendió que es "totalmente ajeno" a los hechos que se le imputan y se mostró convencido de que los investigados en 'Hidalgo' pretenden "desprestigiar" la operación desprestigiándolo a él.
Asimismo, señaló ante el tribunal, que preside el magistrado Manuel Mazuelos, que desconoce "totalmente" las conversaciones que supuestamente tuvo Igor M.L., que hablaba en su nombre, con D.S., el hijo del propietario de un grupo de empresas intervenidas en 'Hidalgo' en las que le pidió ocho millones de euros a cambio de los favores que él, como instructor, podría hacerle a su padre. "A Igor lo cogieron de pardillo, le pusieron un caramelo y cayó. Yo no sé cuales fueron sus motivaciones --para hacer de intermediario--, imagino que económicas", relató.
También dijo no tener conocimiento de las que mantuvo Arnaud F.A. con Philippe Junot en las que, según la acusación del Ministerio Público, su amigo le pidió al ex marido de Carolina de Mónaco que mediara con el dueño de las empresas porque podría solucionarle sus problemas ya que conocía "mucho" al juez que llevaba el caso, pero con un costo de "cinco millones de euros". "Arnaud es mi amigo, y yo me creo lo que me ha contado, no obstante está en cuarentena y dejaría de serlo si se comprueba que hizo eso", mantuvo.
De Urquía, que contradijo en varias ocasiones al fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, durante su interrogatorio, calificó de "disparate" y "rocambolesco" el proceso abierto contra él, y aseguró que no comunicó en ningún momento ni a Igor M. ni a Arnaud F. ninguno de los detalles de la investigación que tenía abierta en su Juzgado, si bien lo que salía de su despacho era conocido en Marbella, donde "había una situación de tensión evidente".
"CONMIGO NO SE VAN A ABURRIR"
"Parezco un cantaor", llegó a decir De Urquía sentado frente al micrófono desde el que hablan los acusados en el Salón de Plenos del TSJA, desde donde además explicó que conocía que su teléfono había sido intervenido cuando fue suspendido de sus funciones. De hecho, el fiscal propuso hoy a la Sala que se oyera una de las conversaciones mantenidas entre Arnaud y él en la que el primero le dice "nos quieren mucho y nos escuchan" a lo que el juez contestó "ya, que los teléfonos están intervenidos. Pues conmigo no se van a aburrir".
Sobre su decisión de nombrar a un administrador judicial para que se encargara de la gestión de las empresas investigadas en la operación contra el blanqueo, apuntó que consultó con el que fuera instructor del caso 'Malaya', el juez Miguel Ángel Torres --que declarará como testigo en los próximos días-- cómo asignarle su retribución y defendió su actuación asegurando que "no iba a dejar a los tíos que habían estado mangoneando todo gestionar sus propias empresas, cuando éstas eran el instrumento del delito".
El entonces juez, que está además acusado de poner en libertad Azan K., uno de los supuestamente implicados en 'Hidalgo', después de recibir de éste 60.000 euros que le fueron entregados a Arnaud F.A., señaló al respecto que, aunque había dictado un auto de prisión provisional, decidió dejarlo libre tras recibir la noticia de que la Audiencia Nacional rechazaba la euro orden dictada contra él y que en Bélgica --donde estaba también siendo investigado por cometer delitos de fraude fiscal-- estaba también libre.
Por su parte, Igor M.L. aseguró hoy ante la Sala, que todas las conversaciones que mantuvo tanto en Madrid como en Marbella con D.S., a quien conocía por haber mantenido relaciones comerciales con su familia sobre publicidad del hotel Puente Romano, respondían a un "farol". "Todo era falso, porque yo lo que quería era vender a D.S. la revista 'Social Life' ya que tenía problemas económicos y un proyecto para hacer una revista en Miami", dijo.
El imputado, que se enfrenta al pago de ocho millones de euros de multa por un posible delito de cohecho, reconoció haber sido amigo del juez De Urquía pero aseguró que nunca le contó las gestiones con D.S. y que el magistrado nunca le dio "detalles" de 'Hidalgo', salvo que uno de los imputados se desmayó durante una declaración.
AUDICIÓN DE LAS GRABACIONES
Durante la sesión de hoy se hizo audición de las conversaciones mantenidas entre Igor M. y D.S., que grabó este último entre mayo y septiembre de 2007, en las que el primero le aseguraba, entre otras cosas, que actuaba como mandatario de unas personas "de Madrid" y que los problemas de las empresas de su padre se podían solucionar en "seis meses" si le entregaba seis millones de euros. Esa vía era, según le decía, "la más barata", porque de lo contrario "estarían tres o cuatro años sin tocar un duro". Igor M. justificó que cada vez subía más el costo de los favores porque su pretensión última era la venta de la revista.
Antes sus explicaciones, el presidente del tribunal le preguntó si era "necesario" este tipo de manifestaciones para simplemente vender la revista, a lo que el procesado respondió que aunque D.S. no le puso como "condicionante" que le ayudara en sus problemas para proceder a la compra él quería darse "importancia".
El empresario Arnaud F.A., que está acusado de dos delitos de cohecho para los que el fiscal le pide el pago de una multa de ocho millones de euros y dos años de prisión, aseguró no recordar gran parte de los detalles por los que le preguntó hoy el Ministerio Público si bien negó que dijera a Junot que iba a ayudar al dueño de las empresas implicadas, ya que conocía al instructor, a cambio de cinco millones de euros.
Aseguró por otro lado que "jamás" recibió del sobrino de Azan K. 60.000 euros para que su amigo De Urquía lo dejara en libertad, tal y como sostiene el fiscal. De hecho, afirmó que es "el mismo grupo de gente" que ya le intentó implicar en otro asunto judicial el que desea ahora perjudicarle. "Se ha organizado una trampa que viene de D.S., y no veo más posibilidad que Azan K. y él se hayan puesto de acuerdo para implicarme", indicó.
Sin embargo, Azan K., al que se le imputa un delito de cohecho por el que se enfrenta a un año de cárcel y multa de 50.000 euros, relató hoy que le entregó unos 100.000 euros a su sobrino y que de esa cantidad le ordenó que entregara 60.000 a Arnaud F.A., que era su amigo, para sufragar gastos de abogados y por si sus hijos necesitaban algo mientras él permanecía en prisión preventiva tras ser detenido en 'Hidalgo', cantidad de la que después no ha sabido nada. Ese dinero no fue para pagar su libertad al juez, según aseguró el empresario, que dijo además haberse sentido "presionado" por la Guardia Civil para que declarara contra el juez imputado.
Las sesiones del juicio continuarán mañana a las 9,00 horas con la declaración de los testigos propuestos por la Fiscalía.
