El diestro peruano Andrés Roca Rey cosechó un triunfo rotundo de cuatro orejas, que le permitió salir a hombros en el tercer y último festejo de la feria de Jerez , y lo hizo acompañado de Julián López "El Juli", que sumó dos apéndices.
La tarde arrancó con un buen recibo a la verónica del Juli al primero, con el compás abierto y meciendo al "jandilla", al que apenas castigaron con un picotazo en el caballo antes de un ajustado quite por chicuelinas del madrileño, que abrió después faena en redondo y en la segunda raya, lugar donde cimentó toda su labor.
Actuación de mando y mano baja del Juli, acompañándose con la voz y en la que destacó dos series por el derecho muy templadas, y un final por circulares invertidos y un cambio de mano que calaron en los tendidos. La espectacular muerte del toro, que rodó en la misma boca de riego, ayudó también mucho a que la gente pidiera la oreja, que el palco acabó concediendo.
Otro apéndice cortó Julián López del noble y manejable cuarto por una faena templada y de menos a más en la que sobresalieron varias tandas sobre la mano diestra de muletazos largos y mandones. Estocada entera a la primera y paseó el mencionado trofeo, con petición, incluso, de un segundo que el presidente esta vez no accedió a dar.
Manzanares se las vio en primer lugar con un toro áspero y reservón, muy a la defensiva, con la cara siempre por encima del palillo, quedándose corto y reponiendo, especialmente por el izquierdo. El alicantino anduvo tesonero con él para, al menos, justificarse ante la adversidad.
El quinto empujó mucho en el caballo pero se desfondó muy pronto y se quedó sin fuelle en la muleta. Manzanares volvió a su tarea de intentar sacar lo poco que tenía el "jandilla" a base de tesón y voluntad. Tuvo mala suerte con el lote el alicantino, que acabó marchando de vacío de Jerez.
Al primero de Roca Rey no le hicieron sangre en el caballo ni para un análisis. Quiso dejárselo crudo el peruano, que instrumentó un quite por chicuelinas en el que se lo pasó tan cerca (al toro) que pareció un milagro que saliera ileso.
Luego, en la muleta, aprovechó las inercias Roca para abrir faena con dos tandas por el derecho muy eléctricas, como casi toda su faena, que fue vibrante, sí, pero a la que le faltó más mando para templar las acometidas del de Jandilla, con el que tampoco hubo comunión por el lado izquierdo.
Pero el consabido epílogo en la corta distancia, con circulares y alardes de todo tipo puso el ambiente de frenesí que no había tenido antes lo fundamental. Eso, y una estocada al primer viaje le granjearon el doble trofeo.
Y algo similar ocurrió en el sexto, un toro bajito pero que derribó en el caballo y que tuvo buen son en el último tercio; y Roca, con el mismo guión que antes, tuvo que recurrir a los alardes en la corta distancia par calentar un ambiente al que no había acabado de conquistar con una primera parte de faena un tanto acelerada y siempre al hilo.
Pero los guiños finales con circulares, pendulazos y demás aspavientos volvieron a conquistar los tendidos, que nuevamente le premiaron con dos orejas tras un fulminante espadazo.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Jandilla, desiguales de presentación, nobles y manejables en líneas generales, a excepción de segundo y quinto.
Julián López "El Juli", de celeste y azabache: estocada baja y trasera (oreja); estocada (oreja con petición de la segunda).
José María Manzanares, de burdeos y azabache: pinchazo y casi entera (silencio tras aviso); dos pinchazos y estocada (ovación).
Andrés Roca Rey, de blanco y plata: estocada (dos orejas); estocada (dos orejas).
En cuadrillas, Antonio Chacón saludó tras banderillear al tercero.
La plaza registró lleno de "no hay billetes" en los tendidos.