Ochocientos especialistas de todo el mundo relacionados con la viticultura y enología, así como con la ciencia, la salud, la seguridad, el derecho y la economía ligadas a la producción vitivinícola, se reúnen a partir de este lunes en Cádiz y Jerez con motivo de la 44ª edición del Congreso Mundial de la Viña y el Vino.
España, país que cuenta con la mayor superficie de viñedos del mundo, con más de 150 variedades autóctonas de uva, 100 denominaciones de origen protegidas y 42 indicaciones geográficas protegidas, es el escenario donde, del 5 al 9 de junio, se celebra este congreso anual.
Bajo el lema “Vitivinicultura y las Tecnologías de la Información”, el congreso abordará los desafíos actuales a los que se enfrenta la producción vitivinícola mundial.
El congreso, que inaugura el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y el presidente de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Luigi Moio, constará de cuatro sesiones principales para abordar temas como el big data e inteligencia artificial en la toma de decisiones en viticultura ante el cambio climático, nuevas tecnologías aplicadas en enología, digitalización de la información al servicio de los consumidores y tecnologías de la información para la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.
Tras unas jornadas de en Cádiz, el congreso se cerrará en Jerez el viernes con la 21ª Asamblea de la OIV, en la que participarán representantes de casi todos sus países miembros, 50.
El presidente de la OIV, Luigi Moio, ha explicado que este congreso abrirá el centenario de esta organización.
En la asamblea se elegirá un nuevo director general de la organización, cargo que en la actualidad ocupa el español Pau Roca, se ahondará en la proclamación de 2024 como año internacional de la viña y se podría anunciar de forma oficial la incorporación de China a la organización internacional.
Visitas técnicas a bodegas y viñedos de Cádiz y Jerez de la Frontera, seminarios y catas, entre otras actividades forman parte del programa de este congreso que cada año organiza un estado de la OIV para que científicos e investigadores de todo el mundo compartan sus estudios.
España pertenece a la OIV desde su fundación, en 1924, a través del Ministerio de Agricultura, que representa al sector español.