Un equipo de investigadores de las Universidades de Huelva, Cádiz, Valladolid y Alfonso X El Sabio de Madrid ha desarrollado un proyecto en la que han logrado obtener cerámica para construcción utilizando material de suelos mineros contaminados.
Los investigadores han tenido como objetivo la búsqueda de una solución para eliminar estos suelos contaminados, que suponen una gran preocupación medioambiental, y, a su vez, evitar que los elementos contaminantes causen daños, algo que han logrado utilizando los suelos contaminados como materia prima para la producción de cerámica para ladrillos, según explican en el artículo publicado recientemente en la revista Processes.
Para ello, inicialmente se caracterizaron física y químicamente los materiales y se fabricaron diferentes probetas cerámicas con diferentes porcentajes de arcilla y tierra contaminada, determinando posteriormente las propiedades físicas y la lixiviación de elementos tóxicos.
De esta manera pudieron evaluar, a través de técnicas innovadoras de minería de datos y lógica difusa, la influencia del aporte del suelo contaminado en las propiedades de la cerámica.
Se pudo así confirmar que la incorporación de suelo contaminado afecta negativamente a las propiedades físicas de la cerámica, además de la lixiviación de elementos contaminantes.
La cerámica formada por suelo contaminado y arcilla tiene una menor resistencia a la compresión, y se asocia con menor retracción lineal y menor densidad, así como mayor porosidad y absorción de agua fría.
Sin embargo, la adición de diferentes porcentajes de suelo contaminado (hasta un 70 %) a la arcilla creó una cerámica que cumplía con las restricciones reglamentarias.
Por lo tanto, gracias a técnicas de lógica difusa -rama de la inteligencia artificial que le permite a una computadora analizar información del mundo real en una escala entre lo falso y lo verdadero- se logró obtener un material sustentable que elimina problemas ambientales a un menor costo y que se encuadra dentro del nuevo concepto de minería circular.
