La aldea almonteña de El Rocío ha celebrado este pasado sábado con "mucha devoción y participación" el acto más importante del tradicional 'Rocío Chico' con la Solemne Función del Voto, que los almonteños de 1813 prometieron recordar; así como la jura de cien nuevos miembros de la Hermandad Matriz y un homenaje a las Camaristas de la Virgen del Rocío, María del Carmen y Ani Morales González.
Así lo ha manifestado a Europa Press el hermano mayor, Santiago Padilla, quien ha calculado que los cultos han contado aproximadamente con "la misma" participación que en años anteriores, pero sobre todo con "mucha devoción" por parte de los fieles.
Los actos comenzaron el pasado miércoles, 16 de agosto, cuando la Hermandad Matriz inició sus cultos y ya este pasado sábado se celebraba la Solemne Función del Voto, que los almonteños de 1813 prometieron recordar; presidida por el Obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra; y acompañada con sus cantos por la Coral Polifónica Cultural de La Palma del Condado. Tras la misa, fue celebrada una procesión eucarística, con el Santísimo bajo palio, por el entorno del Santuario.
INCORPORACIÓN DE NUEVOS HERMANOS
Los actos han incluido, según ha destacado el hermano mayor, una "multitudinaria" jura de cien nuevos hermanos; así como una ceremonia de homenaje a las Camaristas de la Virgen del Rocío, María del Carmen y Ani Morales González, nombradas como tal en el año 2000.
Además, la Casa de la Hermandad Matriz, anexa al Santuario, acoge estos días una exposición que alberga una selección de las obras que han sido carteles de la Romería más universal. Reflejan la evolución artística y las distintas épocas del Rocío. Cada obra, desde la ortodoxia hasta la vanguardia, nos conecta con la emoción y la fe que enaltecen esta forma de vivir Pentecostés. Una experiencia que transforma esta fiesta sagrada en una explosión de colores y formas.
HASTA SEPTIEMBRE
Puede visitarse hasta el 10 de septiembre, de martes a domingo, de 18,00 horas a 22,00 horas. Su entrada es gratuita y en ella puede adquirirse, además, la reproducción de ediciones limitadas de algunos de los carteles con más solera del Rocío Grande.
En 1813, el pueblo de Almonte, representado por su Parroquia, Hermandad Matriz y Ayuntamiento, prometió realizar un voto de acción de gracias a su Patrona por su mediación ante la orden del ejército francés de Napoleón de incendiar la población en 1810; tras un altercado provocado por la resistencia patriótica que desembocó en la muerte del capitán Pierre Douseau. Los almonteños que hicieron frente a estas amenazas, que nunca se cumplieron, "con la oración a la Virgen", juraron renovar cada agosto su gratitud.