Desde el año que viene, a los malagueños y las malagueñas les saldrá un 42% más caro el servicio del agua. Francisco de la Torre ha anunciado que la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) revisará sus tarifas a partir de 2024, tras ocho años en los que se han congelado los precios.
De media, cada ciudadano de la capital pagará 6,21 euros más que en 2023 por el servicio: 4,88 por la actualización y 1,33 por un canon que aumentará gradualmente hasta 2028 y que permitirá subsanar el “desequilibrio” en el que se encuentra la empresa tras no haber aumentado sus costes desde 2016.
La idea es llevar a cabo un plan de inversiones de 100 millones de euros que permita ejecutar un centenar de infraestructuras durante los próximos seis años. Entre otras cosas, se pretende aumentar la eficiencia en la producción de agua potable, renovación de redes, reducir en un 80% los residuos arrojados al mar y renovar diferentes instalaciones, así como la ampliación y creación de nuevos colectores.
También cabe destacar la ampliación del fondo social de Emasa, que de 500.000 euros anuales pasará ahora a 625.000. Con ello, se ayudará a pagar las facturas a familias que atraviesen dificultades económicas. En 2021 fueron 1.364 los hogares beneficiados por esta medida, mientras que en 2022 el número se redujo hasta los 1.025. Las ayudas pueden ser de tres tipos: para el pago de deudas, para el mantenimiento del servicio o para subsanar deudas derivadas de contrataciones.
Desde el ayuntamiento han recordado que, más allá de esta subida, la factura del agua sigue siendo una de las más baratas dentro de los municipios más poblados de la provincia, por detrás de lugares como Marbella, Vélez-Málaga, Mijas, Estepona o Fuengirola.
Críticas desde la oposición
El primer grupo del consistorio en manifestarse ha sido el PSOE. A cargo de su portavoz, Dani Pérez, el grupo socialista ha manifestado su desacuerdo con esta medida: “Es una estafa a los hogares. No han pasado ni 100 días de gobierno en esta legislatura, desde que el PP tiene la mayoría absoluta, y ya está castigando a las familias con la subida de impuestos sin justificar”. En esta línea, ha catalogado el aumento como “fraude electoral”.
Tampoco se ha quedado atrás Toni Morillas. La portavoz del grupo Con Málaga ha expresado su desacuerdo, considerado que se trata de un momento inapropiado para tomar dicha medida: “Justo cuando la mayoría de las familias malagueñas están viviendo un mes de septiembre que parece una pesadilla, cuando hemos conocido que la tasa de pobreza en nuestra ciudad se sitúa en el 35% y cuando batimos récord en el precio de la vivienda en Málaga, el alcalde se saca de la chistera una propuesta con la que inaugura el curso escolar que es ni más ni menos que incrementar un 45% el recibo del agua”.
