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España

La semana más larga

El PSOE ha culminado el proceso de selección de candidatos para las grandes ciudades andaluzas, entre ellas Jerez. El de ayer fue un día feliz para Pilar Sánchez, ratificada, proclamada, aplaudida y ensalzada en los discursos oficiales. ¿Alguien da más?

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El pasado 6 de agosto adelantábamos en este periódico que el PSOE-A iba a ratificar a Pilar Sánchez como candidata a la Alcaldía por Jerez. Estaba decidido desde julio, aunque sometido a una serie de requisitos que parece haber ido cumpliendo la actual alcaldesa. Y pese a todo, desde el propio partido se ha permitido una dinámica agotadora, haciendo de la situación un tentetieso que ha desgastado las fuerzas propias y repuesto las de la oposición -¿con amigos como éstos quién quiere enemigos?-. Todo para llegar al acto celebrado ayer en Sevilla, que no era sino la consumación de una determinación que ha sido puesta en tela de juicio una y otra vez, y que encontró en la ejecutiva provincial del lunes su momento para la antología. Por cierto, ¿qué habría pasado si en Jerez se hubiese dado el caso de Algeciras, ese “cambio de estampitas”, como lo llaman algunos, o ese “quítate tú que voy a ponerme yo”, y que sigue escapando a la razón, incluso de los propios compañeros de partido? Dicen que, en Jerez, hubo intentos, y que incluso una persona aguardó a diario una llamada de teléfono por si tenía que pasar a la acción.
En cualquier caso, lo ocurrido el lunes en Cádiz no hizo sino poner cuesta arriba una semana en el transcurso de la cual se ha ido acrecentando cierta incertidumbre. Ni siquiera las palabras de Rafael Velasco mostrando una fe ciega en la propuesta de la ejecutiva local del PSOE calmaron los ánimos. Sólo cierta dosis de realismo -¿qué partido va a atreverse a estas alturas a proponer otro candidato?- fue suministrando algo de cordura entre los partidarios de la alcaldesa, que seguían sin comprender -a lo mejor no tanto- los intentos por descabezar una candidatura respaldada por una amplísima mayoría y ante la que no hubo oponente.
Al mismo tiempo, empezaron a desvanecerse algunas de las teorías esgrimidas en contra de Pilar Sánchez; entre ellas la de la pérdida de la Diputación. Tal y como explica hoy en este periódico Younes Nachet, pueden ser más decisivos para el futuro de la presidencia provincial los partidos judiciales de Chiclana, San Fernando o El Puerto que el propio Jerez, más aún de cara a buscar probables alianzas que dejen fuera a los populares. De hecho, las únicas cuestiones que han planteado serias dudas entre los dirigentes socialistas están relacionadas con los procesos judiciales abiertos en estos momentos contra la alcaldesa, aunque tampoco estará tan claro cuando desde la ejecutiva regional se ha dado el paso definitivo “y sin letra pequeña”, como advertía y parecía personalizar ayer José Antonio Griñán. El presidente de la Junta, del que se decía había rehuído recientemente de la propia Pilar Sánchez en un acto público, no sólo mostró su “apoyo y confianza total” en la candidata, sino que hizo alusiones expresas a su labor en favor del partido y, al finalizar el acto, aprovechó para arroparla cariñosamente junto con la alcaldesa de Sanlúcar.
Lo cierto es que tiene por delante un trabajo más que complicado, agravado por la escasez de tiempo, un problema de comunicación de la gestión -Zapatero reclamaba ayer que todo lo que se está haciendo por la ciudadanía “hay que explicarlo”, convencido de que la pérdida de respaldo en el electorado se debe a que se desconoce lo que se hace- y el avance del PP, que en Jerez es más que una clarividencia. Sólo si de verdad se ha pasado página, se han superado las diferencias internas y encuentra el respaldo de todos y la disposición por el trabajo podrá reencontrar el camino que le llevó a la victoria en 2007. Caso contrario sólo le quedará rendirse y, en alguna que otra ocasión, caer en el síndrome del futbolista, el que sueña cada noche con jugar la prórroga de un partido que acaba de perder.

Rafael Velasco como Peter Griffin
A Rafael Velasco le han colocado la etiqueta de advenedizo -hay quien se resiste a los tiempos de cambio que debe asumir a corto plazo el PSOE andaluz-, y todavía no le perdonan determinadas e inexpertas salidas de tono. Esta semana protagonizó una de ellas, aunque el tiempo le ha dado la razón y, por supuesto, al que le dio permiso para incurrir en ella. Lo de “y no es un latiguillo”, sonó como aquello que suele decir Peter Griffin: “¡Zas! En toda la boca”.

En busca de referentes económicos
La crisis nos ha hecho adictos a los dictámenes económicos de los expertos. Estamos en la permanente búsqueda del gurú que calme nuestros ánimos, que nos muestre el camino hacia la recuperación. Esta semana, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, ofreció en la Academia San Dionision su diagnóstico de la situación: “Asistimos a un auténtico cambio de era, a un nuevo escenario que se erige como sucesor histórico de la revolución industrial”. E incidió, a quien corresponda, en una necesaria reforma educativa “para ganar definitivamente la gran batalla de la productividad”.

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