De acuerdo con este informe, realizado con datos de 2009 de Eurostat, sólo otros siete países comunitarios superan la tasa española: Finlandia (21,7%), Reino Unido (24%), Lituania (27,6%), Bulgaria (36,5%), Estonia (37,9%), Chipre (47,8%) y Letonia (51,2%).
En el análisis de Ghesta se destaca además que un 77% de los pensionistas españoles no llega ni siquiera a cobrar mil euros de prestación, a lo que tienen que sumar una pérdida de poder adquisitivo superior a la de la mayoría de países europeos más desarrollados.
Por ello, consideran que la aprobación de la reforma de las pensiones, que termina esta semana, debe hacerse “sin prisas” y respetando la concertación social y el Pacto de Toledo, acuerdo parlamentario que desde 1995 hace recomendaciones para garantizar el futuro de las prestaciones.
De la elevación a los 67 años la edad legal de jubilación, Ghesta dice que no se justifica porque la tasa de supervivencia de los mayores de 65 españoles entre 1991 y 2008 sólo se ha incrementado en 2,4 años.
Como alternativa, los técnicos proponen que una parte de los impuestos vaya al sistema público de pensiones para que tenga una mejor financiación y que se incentive mejorar la permanencia voluntaria en el mercado de trabajo más allá de los 65 años.