El tiempo en: Sanlúcar

Barbate

El objetivo del Obispado de Cádiz era "atrincar el dinero de la venta de los cementerios”

Rafael Vez y Antonio Casado, expárrocos de Conil y de Vejer, hablan sobre la gestión de la Diócesis respecto a los cementerios parroquiales en Cádiz

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Cementerio de Barbate
  • "Es que la iglesia no es una empresa, no puedes hacer negocio con un tema tan sensible como son los cementerios y la muerte…"

El pasado 28 de mayo del presente año mantuvimos un encuentro y le realizamos una entrevista a Rafael Vez Palomino, expárroco de Conil… La misma se centró en los motivos por los que fue cesado del ejercicio del Ministerio tras sus críticas a Rafael Zornoza, obispo de Cádiz. Hablamos de todo un poco y un tema se quedó sin publicar. Tema que hoy cobra relevancia y que no es otro que la gestión de los distintos cementerios parroquiales, entre ellos el de Barbate, el de Vejer y el de Conil…

"El nuevo párroco de Barbate ya vino con el documento firmado de que el cementerio no es suyo, diga lo que diga el nuevo párroco, puede poner la excusa que quiera, la verdad es que llegó con la lección aprendida de que el cementerio de no era suyo y que no tenía que hacerse cargo de él"

Rafael Vez no duda en afirma que “desde que llega este obispo en 2011 hay una preocupación por lo económico y por todo el tema patrimonial, pero no del cuidado del Patrimonio sino de lo que ‘es mío, es mío’ y sacar el mayor rédito posible de lo que es mío”.

Una época que “coincide con el tema de las inmatriculaciones y salta la libre a nivel nacional de todo este tema. Nos encontramos que en cuanto a los cementerios los han inmatriculado en nombre de la Iglesia”, pero que “un cementerio lo gestione la Parroquia, no quiere decir que le pertenezca”.

Por ejemplo, “en Conil coincide que el terreno y la gestión es propiedad de la Parroquia porque el suelo le pertenece ya que antiguamente se hizo una permuta con el anterior cementerio por un nuevo terreno que se compró… pero en el caso de Barbate no es así… en la primera parte fue una cesión de una familia, pero en la segunda parte, en la ampliación, fue una cesión de Monte Público tanto del Ayuntamiento de Barbate como el de Vejer”.

A pesar de eso, “ellos (los responsables de la Diócesis de Cádiz y Ceuta) lo inmatriculan en nombre del Obispado diciendo esto es mío… Si se hubiese mantenido en silencio a los veinte años te lo comes con papas… pero al hacerse público el tema de las inmatriculaciones, muchos ayuntamientos se pusieron a ver qué estaba pasando y dijeron, un momento, un momento, esto se lo hemos cedido, cómo vas a decir que es tuyo… tú has hecho la obra encima… y esto es como todo, cuando estás en un alquiler y haces un arreglo en esa casa, no le puedes exigir al dueño que te pague nada… se puede llegar a un acuerdo con el dueño para pagar esa obra a partes iguales o te voy descontando del alquiler vamos descontando tanto hasta pagar la obra… ¿Por qué? Porque sabes que se va a quedar… pero en el caso concreto del cementerio de Barbate es muy interesante”.

Así llegamos al año 2018 cuando los cementerios “de Facinas, Zahara de los Atunes, Barbate, Vejer, Conil,  de Benalup y Paterna… eran siete los cementerios parroquiales…”.

El primero en caer fue el de Paterna “el cual logran venderlo al Ayuntamiento a cambio de una asignación anual a la Parroquia… Claro, aquí hay que dejar claro que ellos el cementerio no lo quieren… los quieren vender y se los quieren vender a los ayuntamientos… y es que saben que es un servicio público que por obligación deben ofrecer los Consistorios… Qué es lo que ha pasado…”. Pues lo ocurrido depende de los municipios….

 

El caso de Barbate, Zahara y Vejer

En el caso de Barbate, “el Padre José María se encargó de hacer una obra de gran calado. De hecho, para evitar que el Monte Público se viniera encima tuvo que hacer la obra completa de cerramiento… se gastó una millonada que la llegó a pagar. Es decir, él se jubila y ya estaba pagada la obra entera. Pero claro, eso no les importa… desde la Diócesis van al Ayuntamiento y les dicen que tienen que pagarles un millón de euros… y claro, el Ayuntamiento les contesta que ni de broma porque primero de dónde van a sacar un millón de euros. Segundo problema, qué ocurre con los que allí están trabajando… “.

De aquella primera reunión “salió escopeteada la famosa ecónoma, Carmen Lobato, del despacho de la Alcaldía porque se encontró a gente preparada y con conocimientos del tema”, así que “¿qué hizo la Diócesis? ¿Solución? Subo los precios…”. Pero vayamos por parte…

Tal y como explica el expárroco de Conil, resulta que “desde 2015 los precios no se movían… y tras una reunión para actualizar los precios nos dijo Antonio Diufaín Mora, que por aquel entonces era el ecónomo diocesano (predecesor de María del Carmen Lobato), que no hacía falta actualizarlos. Claro, nos miramos todos diciendo qué pasa aquí, si a esta gente el único interés que les mueve es el económico y sin embargo no quieren subir los precios… pero ninguno en aquel entonces caímos en que el interés era atrincar el dinero de la venta de los cementerios… después sí hemos visto lo que han ido haciendo… primero fue Paterna, después Facinas, después Benalup y después atacan el cementerio de Vejer que está en una zona céntrica y saben que puede ocurrir lo mismo que en Cádiz… que llevan 35 años liados con el de San José y que se les ha complicado con el tema de las fosas comunes, sino ya sería un parque público…”.

Sin lugar a dudas “ese suelo es una pera rica, está en pleno centro, en San Miguel y en 20 años esto se convierte en un parque público, en zona de construcción, todo un pelotazo… A eso hay que hincarle el diente. A su vez, el municipio estaba construyendo un cementerio nuevo, pero no le daban autorización porque por ley no puede haber dos cementerios… es decir, no puede haber uno público y uno privado. O es público o es una sociedad… Así que hasta que el otro no esté cerrado no puedes construir uno nuevo… Y claro, al Ayuntamiento le interesaba que se cerrase San Miguel y la Diócesis dijo que sí, que lo cierra, pero me das lo que yo te diga… que era un millón de euros, igual que pidieron luego en Barbate”.

En Vejer estaba por aquel entonces otro párroco actualmente cesado por la Diócesis, Antonio Casado, con el que también hemos hablado esta semana y que en lugar de cerrar el cementerio decidió buscar ayuda para gestionarlo y sacarle el mayor rendimiento posible, creando nuevos nichos, lo que evidentemente no fue del agrado de sus ‘jefes’ en Cádiz.

Por el contrario, ¿Qué pasa en Zahara de los Atunes?, pues que “el cementerio no les interesa porque no es rentable porque tiene unos doce enterramientos al año y tiene a un señor, el sepulturero, al que deben pagar cada vez que va… aquí hay una chica que atiende Facinas, Benalup y Vejer, la misma para los tres, es decir, un día está al otro no, con lo que si vas a pedir información lo mismo no te atienden hasta el lunes… Y entonces pues no le interesa ya que tienes que tener un personal mínimo, un sepulturero y una limpiadora al que deben pagar todos los meses… y alguien que abra y cierre… son horas. Ya se lo han ofrecido a la Entidad Local Autónoma pero también les han dicho que no porque sencillamente lo que piden es una burrada… Si se lo ofrecen pues vale, damos el servicios y listo, pero eso de quédatelo y además me tienes que dar una cantidad enorme de dinero, pues como que no”.

Y esto es lo interesante, “el objetivo es liar la perdiz con la gente… Y a la gente que no podía demostrar que tenían un nicho en propiedad, le instaban a empezar a pagar desde cero… Lo que nadie sabe es que el cementerio es una concesión administrativa… el Ayuntamiento de cede el uso por cien años… a los cien años el cementerio debe revertir de nuevo en el Ayuntamiento… así que la propiedad en sí no existe, no vendes la propiedad, vendes el depósito de uso de un trozo de suelo para enterrar a los restos de tus familiares… qué ocurre, juegan con eso… si le quedan 35 años de la concesión administrativa, y hacen cálculo de lo que pueden generar para saber si lo mantienen o si no es rentable, pues tratan de venderlo”, que es lo que “está ocurriendo en los camposantos de la provincia Cádiz durante los últimos  años”.

Rafael explica que “para el Ayuntamiento de Barbate sí podría ser rentable asumir la gestión del cementerio pero el problema es que sus arcas están mermadas por una deuda de tal calibre que les es imposible asumir un gasto de un millón de euros… ¿de dónde lo sacan?”.

 

¿Dónde queda la función social?

Los cementerios “más gordos, el de Barbate, el de Vejer y el de Conil,  eran los más rentables. Aquí (cuando era párroco en Conil) hice obras por valor de cien mil euros y los pagué al completo, aún sin contar con su autorización, ni ellos concederme el préstamo. Aún así, yo hice la obra y aún hoy están vendiendo nichos de esa época”.

Rafael explica que “según la filosofía del obispo, esto no es un servicio que debe prestar la Diocésis pero la realidad es que cuando estás en un pueblo como párroco entiendes que sí debe ofrecerlo. Para mucha gente el único vehículo de comunicación con lo religioso y si tienes una persona que te atiende, que te cuida, que tiene un cierto cariño y una amabilidad alejada del mero funcionario que te dice pase por la taquilla aquella y pague trescientos euros, pues es algo que el pueblo lo agradece y la comunidad cristina también. Y es que tanto en Conil, en Barbate o en Vejer siempre se ha actuado de forma más cercana y si luna señora tenía problemas económicos, se le decía que lo pagase cuando pudiese, pero eso no entra en la cabeza mercantilista de la Diócesis… ¿qué es eso de que lo pague cuando pueda?... entonces tienes una abuelita que viene todos los meses a pagarte 25 euros… ¡Eso qué es! Tendrá que pagar los 25 euros más los intereses… Eso no entra en la cabeza del ecónomo”.

El problema que se encontraron en Barbate es que “hay una persona que conoce el sistema de la Diócesis y claro, les dijo, vamos a ver señores, vais a venir aquí a vendernos la burra… Esa persona ya sabía lo que ocurría… yo se lo dije al párroco José María, le dije que cuidado que venían a por nosotros, a por los cementerios… Y así fue. Dejaron Conil para el final porque era el hueso más duro de roer… y es que sabían que José María se jubilaba y así que dijeron que con él no hacía falta discutir… cuando se jubile nos quitamos el cementerio de encima”.

De hecho, señala Rafael Vez, “el nuevo párroco (sustituto de José María Quintana) ya viene con el documento firmado de que el cementerio no es suyo, diga lo que diga el nuevo párroco… puede poner la excusa que quiera, la verdad es que llegó con la lección aprendida de que el cementerio de no era suyo y que no tenía que hacerse cargo de él. De hecho, uno de los problemas es que a un trabajador de ese cementerio le están haciendo la vida imposible… le han reducido las horas, lo han sacado de allí y metido en una oficina para que no esté cara al público y claro, veremos a ver cómo sale el Obispado del pleito que le han interpuesto… Se trata de Pedro, que es un trabajador que lleva 20 años trabajando como una mula porque es realmente el hombre que ha sacado adelante el cementerio (y el de Vejer cuando fue reclamado por Antonio Casado)… lo que no puede hacer la Diócesis es decir me importa un pimiento quién esté allí y vámonos que nos vamos”.

Rafael Vez hizo públicas estas y otras denuncias sobre el giro “mercantilista” de la Diócesis y por eso fue apartado y cesado… Su delito fue “ser coherente” con la palabra de Jesús y con la doctrina cristiana… “Vi que se estaban cometiendo una serie de injusticias y las denuncié. Por eso te dije que de lo único que me arrepiento es de no haberlo hecho antes y no lo hice porque no daba crédito a lo que estaba sucediendo, me parecía imposible que fuese cierto, pero al juntar las piezas supe que no eran casos aislados, era la forma de proceder de la Diócesis, más centrada en el mercantilismo y el ansia de patrimonio, que en guiarse por el Evangelio que predicamos… Así que supe que tenía que levantar la liebre”. Y vaya si la levantó.

 

Vejer, un millón y una recalificación

Cmo hemos mencionado, esta semana hemos mantenido una conversación con Antonio Casado, expárroco de Vejer, también cesado por la Diócesis con la que mantiene un pleito por lo civil que dura ya siete años…

Casado lo tiene claro: “Ellos dicen que el cementerio de Barbate es de la Parroquia pero no es así. De hecho, los trabajadores pertenecen a la Fundación Santa Marta (al frente de la cual está Antonio Diufaín)…. Es decir, es mentira… pero es que mienten como cosacos”.

Pero si de algo sabe Casado es sobre lo ocurrido con el cementerio de Vejer… “cuando llegué, en 2012, el alcalde de la localidad, Pepe Ortiz, tenía casi hecho un cementerio nuevo que aún está sin terminar porque se paralizó. Él quería que se declarara ‘colmado’ el cementerio parroquial porque había hablado con el Mancomunado de Chiclana para que, a cambio de darle la gestión del cementerio, le hiciera un tanatorio y una sala de visitas. La condición que le pusieron era que tenía que cerrar el parroquial porque dos camposantos no eran rentables. Ortiz habló conmigo para clausurarlo pero claro, yo no tenía ni idea sobre el tema. Los curas llegamos a parroquias como la de Vejer que gestiona un cementerio con cinco o seis trabajadores, y no tenemos ni idea sobre cómo funciona… así que decido poner al frente al hombre que llevaba el de Barbate cuando era parroquial y estaba al frente de San Paulino el padre José María, que era de Burgos”.

A partir de ese momento “puse al frente a Pedro, que había hecho una gran labor en el cementerio de Barbate. La primera decisión fue decirme que me pusiera en contacto con una empresa de Sevilla para que realice un estudio para saber si realmente estaba colmado. La empresa hizo el estudio y la conclusión fue que para nada estaba colmado, que el cementerio aún tenía espacio para seguir activo durante muchos años. El problema es que no había orden… Con ese estudio y tras darnos unas pautas, pues actuamos por ejemplo eliminando un enorme mausoleo de la familia de Las Lomas en la que había una mujer enterrada desde el año mil ochocientos y pico… Además de ocupar medio cementerio no se pagaba nada desde hacía muchos años… Nos dijeron que era imposible que lo quitasen pero nosotros llamamos y tras hablar un rato acordamos quitarlo a cambio de recolocar gratis los restos de esa persona en un nicho normal y a cambio nosotros podíamos construir un montón de nichos. Me dijeron que sí, que ningún problema…”.

Con el espacio sobrante y con las directrices de la empresa sevillana “hicimos muchísimos nichos más, siendo Pedro quien se encargó de gestionarlo. Pero claro, entre que el alcalde estaba por medio, entre que al sacristán que era quien lo llevaba antes no le gustó que trajese al trabajador que llevaba el de Barbate, el caso es que hubo un lío porque se estaban vendiendo nichos nuevos que no se podían vender porque ya había nuevas normas de cómo había que hacerlo… y es que todo lo que sé de los cementerios lo aprendí de Pedro, normas como no vender nuevos hasta colmar los viejos, cuestiones de alquiler…”.

Pero el problema principal llegó cuando, a pesar de no tener la gestión, “el Obispado le dijo al alcalde que sí, que se cerraba pero le pidió un millón de euros. Claro, me enteré gracias al alcalde que les dijo que de dónde iba a sacar un millón de euros… Pero no solo pidieron un millón de euros, sino también pidieron que se recalificaran unos terrenos de Santa Lucía que incluso salió en prensa porque se les envió un burofax a los inquilinos que llevaban en esas tierras muchísimo tiempo instándoles a que se tenían que marchar. La idea era hacer una urbanización allí de la mano, al parecer, de Florentino Pérez que es amigo del obispo… claro, yo me negué a eso”. Al respecto, “dieron marcha atrás cuando vieron que les pillaron y que desde el Ayuntamiento no les iban a pagar un millón de euros”

Por ese motivo y por otros relacionados con las tierras y las capellanías, la relación entre Casado y el Obispado se quebró… “Ellos me acusaron de que faltaba dinero y yo les dije que pues vamos a juicio y que lo diga un juez… Ellos son los primeros que no pueden acusar de que falta dinero…”, y ahí está “el tema de las capellanías como lo ocurrido con el terreno donde se asientan las placas solares que están a la salida de Vejer en dirección a Cádiz y ahí está toda la documentación que lo demuestra”. Documentación que está en poder de este medio y también de los juzgados de Barbate donde se dirime el caso entre Casado y la Diócesis… “llevamos siete años pero estamos a la espera de que tengan que presentar las cuentas del Obispado que sí que son opacas. ¿Cómo pueden decir que falta dinero si todos los años les mandaba las cuentas y la aprobaban? Si falta dinero cómo la aprueban durante los seis años que estuve…”.

“Ellos se quedaron con todas las tierras, me obligaron a ir a un notario que era amigo de ellos… el notario de Vejer dijo que no porque no lo veía claro. Ellos se escudan en la ley esa de las inmatriculaciones, pero solo sirve si es legal… de hecho hay un movimiento nacional contra esas inmatriculaciones porque actuaron mal… la ley se hizo con un sentido que no era para ese uso”, indica Casado. En cuanto al cementerio de Vejer, “sigue el nuevo paralizado, a pesar de contar con los nichos, y el actual que lo lleva la Diócesis a través de Santa Marta”.

En definitiva, Casado explica que “como empresario puedes gestionar para ganar dinero, pero como iglesia, a la que le han regalado los terrenos, como ocurre en Barbate, con la finalidad de ayudar a los más necesitados y con una finalidad social, la gestión debe estar enfocada a esos objetivos y no a enriquecerse. Es que la iglesia no es una empresa, no puedes hacer negocio con un tema tan sensible como son los cementerios y la muerte… Está claro que  debes tratar de no perder dinero porque hay gastos laborales y materiales que evidentemente debes pagar, pero si tras esos gastos obtienes unos beneficios, éstos deben ser destinados a Cáritas, a ayudar a los más vulnerables, no para enriquecerse”.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN