Bodegas Lustau ha lanzado una producción limitada de un vino de vendimia tardía muy singular producido a partir de una única cosecha de hace 29 años, en lugar de la mezcla de diferentes añadas que caracteriza a los vinos de Jerez. Lustau Añada 1995 se seleccionó como conmemoración del vigésimo aniversario de Copa Jerez.
Así, el enólogo y capataz de Bodegas Lustau Sergio Martínez ha podido contar con dos de las mayores figuras mundiales en vinos generosos, la reconocida Master of Wine Jancis Robinson y César Saldaña, presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, para seleccionar un vino con una personalidad más profunda, intensa y distintiva, con la capacidad de reflejar las características específicas de la cosecha de 1995.
Lustau Añada 1995 es un vino dulce elaborado con uva 100% palomino, normalmente usada exclusivamente para vinos secos, lo que aporta una forma inusual de entender los vinos de Jerez. Perteneciente a la Colección Añadas de Lustau, este vino es muy particular al seguir una crianza estática y oxidativa, en lugar del sistema de solera y criaderas empleado comúnmente en la producción de los vinos de Jerez. Bodegas Lustau elabora estas series de vinos vintage desde 1989, siendo cada añada la que marca su propio ritmo evolutivo.
Según resalta la propia Bodega, es un vino que "representa la tradición de la uva palomino, la honestidad de la albariza, la singularidad de la vendimia tardía, el carácter de su añada, la concentración de la crianza oxidativa, la herencia de las botas de oloroso, la quietud del envejecimiento estático y, sobre todo, la pasión de Lustau por el vino de Jerez".
Únicamente cuando el vino ha alcanzado su plenitud, se embotella. Sin esquemas previos y sin tiempos prefijados. Es el caso de Lustau Añada 1995, una selección de 3.696 botellas de vino de vendimia tardía del viñedo Montegilillo de Lustau de tierras de albariza, y que debido a la fermentación parcial conserva azúcares naturales que le confireren su particular carácter dulce. Su posterior crianza estática y oxidativa durante casi tres décadas en botas selladas y lacradas por el Consejo Regulador, que anteriormente contuvieron oloroso viejo, hacen que alcance su momento óptimo de expresividad en la primavera de 2024, cuando fue embotellado.
