Así se ha manifestado el líder de los populares durante un mitin en León, en donde ha comenzado una jornada electoral que por la noche le llevará a Oviedo.
Rajoy, quien vivió en León durante 10 años, de los 5 a los 15, ha comenzado su intervención con sus recuerdos de la ciudad, lo que ha dado un carácter emotivo a un acto que han seguido en un polideportivo más de dos mil personas, muchos de ellos de pie en las esquinas al quedarse ocupadas todas las sillas y los graderíos.
El presidente del PP, con todas las encuestas a favor, y siempre con la mayoría absoluta como colchón, ha dejado claro que pese a ello no tiene pensado cambiar su campaña, algo que el PSOE, según sus palabras, no puede hacer, y por ello ha pronosticado que intensificarán los socialistas sus mensajes de "miedo y crispación".
Seguirán, ha afirmado, hablando de él e "instalados en la pelea", puesto que es su recurso "favorito", pero él, como líder del PP y destinatario de las críticas de los socialistas, no responderá a las acusaciones o las descalificaciones, pues su "principal enemigo" es el paro y a los representantes del PSOE no tiene más que decirles "buenos días, buenas tardes y buenas noches".
Ha sentenciado su parte de discurso dedicada a los socialistas con otra alusión a su estrategia y, a su juicio, mientras el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba ha vuelto "a la década de los 70", los populares se han quedado en el futuro para no moverse, según sus palabras.
Como dijo ayer, el líder del PP ha asegurado que "lo que más miedo da a los españoles es un gobierno" como el de los últimos cuatro años, principalmente porque "no ha sabido gestionar la economía" en momentos de dificultad y ha lesionado las políticas sociales hasta erigirse en sus "peores enemigos".
Un Ejecutivo así no se puede repetir y la salida es el PP, para el que Rajoy ha pedido una amplia mayoría con el fin de mandar un mensaje a Europa y al mundo de confianza que dé la seguridad de que "a los españoles no le ha gustado nada lo que ha pasado" desde 2008.
El mantenimiento de las pensiones, que los populares actualizarán el 1 de enero de 2012 si alcanzan La Moncloa, ha sido uno de los ejes del discurso del presidente del PP.
Ha recordado como ejemplo de mala gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la puesta en marcha del plan E, toda vez que su coste, estimado en 18.000 millones de euros, vació las arcas del Estado y obligó al presidente a tener que aplicar recortes en un ámbito tan sensible como éste.
Siguiendo con ejemplos, ha citado otro para ilustrar cómo quiere gobernar.
"A veces el mejor balance que uno puede presentar no es aprobar leyes, reglamentos y decretos, y no es así, en ocasiones el mejor balance puede ser derogar leyes y decretos y reglamentos", ha explicado el presidente del PP, para quien el Estado no ha de invadir las parcelas de libertad de los individuos.
El Estado, ha dicho Rajoy, tiene que dejarle cuántos más recursos mejor y alentar sus ideas, pero sin entrometerse, por cuanto "la fuerza del ser humano es superior a la de 1.000 millones de administraciones".