En dicho acto, al cual ha acudido la numerosa familia de Mónica Aragón Aragón”, el regidor chiclanero la ha resaltado como una “mujer chiclanera excepcional, que luchó de forma diaria y constante para conseguir en una sociedad igualitaria y un aumento del derecho de las mujeres”.
Asimismo, ha puesto en valor su “forma de compaginar de forma extraordinaria su vida diaria, como la de cuidar a sus cinco hijos y a trabajar en su carnicería; con su espíritu crítico, luchador, rebelándose contra todo tipo de injusticias y trabajando desde su posición para cambiar la sociedad”.
“Por ello -ha continuado el primer edil- nunca debemos olvidar el gran corazón que tenía La Mónica, siempre entregada a los demás y siempre dispuesta ayudar a los que más lo necesitaba. No me cabe duda de que la fuerza y el temple de La Mónica se lleva en los genes. Se trata de una fuerza interior que surge en todo su esplendor para llevarla a levantarse todos los días de su vida y luchar de forma incansable para salir adelante, para sobrevivir, por ella y su familia; y también para lograr una verdadera igualdad social entre hombres y mujeres”.
También ha intervenido en homenaje la familia de Mónica Aragón, quien ha resaltado la “intensa vida que La Mónica llevó en Chiclana, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitaba y también siempre luchando, desde su posición, por eliminar cualquier injusticia y situación de desigualdad”.
Mónica Aragón Aragón nació en Chiclana 1876. Hasta su nombre tiene historia, porque a ella le pusieron Mónica por deseo de la familia francesa la cual tenía contratada como campesinos a sus padres. Dichos franceses nombraron a la huerta que tenían en Chiclana, Huerta de Santa Mónica, y solicitaron a la madre de la niña que le pusieran ese nombre una vez nacida. Se casó el 29 de octubre de 1898 con Joaquín Rafael Ballesteros Caballero y fruto del enlace nacieron 5 hijos.
La Mónica se caracterizó por su buen hacer en la cocina, diseñando y perfeccionando el plato “pavo relleno y trufado”, la fama del cual hizo venir a Chiclana al entonces diputado liberal y luego presidente del gobierno Segismundo Moret, que quiso conocer a la cocinera que había preparado la comida.
Más tarde destacó por la apertura de su charcutería y carnicería en la Plaza, la cual proveía de forma casi diaria a varios cuarteles del ejército de la zona, lo que hizo prosperar a la familia y no hacerles pasar apenas apuros económicos.
El paso de los años y su actividad social la hizo ganarse una reputación y un renombre en Chiclana, muriendo el 1964 a los 88 años de edad. A su entierro acudieron cientos de chiclaneros.