Muchas agencias humanitarias han denunciado que las autoridades sirias han impedido su entrada a las zonas más afectadas por los combates entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes. Kellenberger, por su parte, ha indicado que el CICR ha podido entrar a algunas de ellas, aunque no a todas, para ayudar a la población civil.
A través de un comunicado, ha denunciado que la situación humanitaria en las ciudades de Homs, Hama, Idleb y Deraa "sigue siendo extremadamente difícil y podría deteriorarse rápidamente". "La gente ha estado sufriendo durante meses, sobre todo las mujeres y los niños", ha subrayado.
"El CICR está especialmente preocupado por la gente más vulnerable, como los que han sido detenidos por su participación en los combates y los que están enfermos o heridos y necesitan atención médica", ha apuntado.
En este contexto, ha considerado que "es una cuestión de suma urgencia" que el CICR pueda extender sus actividades de asistencia y protección", por lo que ha solicitado a las partes que acuerden un cese diario de los combates de al menos dos horas. "Es esencial para que las evacuaciones médicas se lleven a cabo con seguridad y para ayudar a las personas más vulnerables", ha argumentado.
Con este propósito, "el CICR ha solicitado a todas las partes interesadas en el cese de los combates un compromiso inequívoco que permita (a los trabajadores humanitarios) llegar a la gente con necesidades urgentes".
Está previsto que Kellenberger se reúna este lunes con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, para conseguir el apoyo de su Gobierno a la propuesta de alto el fuego y procurar que consiga una respuesta favorable de Al Assad.