El templo registró un lleno absoluto y el acto contó con la presencia del alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, junto con la mayoría del resto de miembros de la Corporación; el Arcipreste Diocesano de Fuengirola-Torremolinos, Guillermo Tejero; los párrocos del Calvario, Juan Manuel Báez Zambrana; Madre del Buen Consejo, José Luis Bellón, y de La Carihuela, Emilio López Navas; el Hermano Mayor de la Cofradía del Calvario, Marcos Rupérez, y de la Cofradía de los Dolores, Pepi Montes, así como los máximos representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el municipio; Inspector Jefe de la Policía Local y miembros de las diferentes hermandades y otros colectivos sociales del municipio, que quisieron con su presencia otorgar la debida importancia y significado a este acto que marcó la cuenta atrás para la celebración de la Semana Santa en el municipio.
La Banda Municipal de Música, dirigida por Francisco Maqueda, con tres interpretaciones (“Callejuela de la O”, “Mater Mea” y “Alma de la Trinidad), contribuyó a dar aún mayor realce al acto, en el que el pregonero del pasado año, Miguel Alarcón Alarcón, hizo una breve introducción para presentar al interviniente de este año, quien desde el primer momento no pudo reprimir su profunda emoción en la compleja tarea de exaltar la Semana Santa de Torremolinos.
Fue una intervención plagada de referencias a su primera etapa de cofrade, con el relato de diversas anécdotas personales que ilustraron algunos de los momentos más emotivos de diferentes episodios de los desfiles procesionales vividos, así como la descripción de algunos de los momentos de más emotividad que marcan las distintas estaciones penitenciales que protagonizan los Sagrados Titulares de las dos Cofradías torremolinenses.
Oscar García Herrera quiso concluir su intervención apelando al deseo de que sus “hermanos calvareños” se sintieran orgullosos del pregonero, quien agredeció la atención prestada en los términos siguientes: “Os miro a todos y os agradezco de corazón que me hayáis escuchado. Soy cristiano, marinero, calvareño y cofrade…. En definitiva, soy lo que soy”.
Un aplauso unánime refrendó el reconocimiento general y afecto de los presentes por el pregonero de este año, quien recibió un recuerdo de esta velada y cuya intervención dio paso a la interpretación de una sentida saeta a cargo de Rafaela Gaitán, que selló con su voz una velada a partir de la cual todos los cofrades torremolinenses cuentan ya impacientes los días que restan para que Torremolinos se vista de solemnidad en cada uno de sus esperados desfiles procesionales del Domingo de Ramos, Martes y Viernes Santo y Domingo de Resurreción.