Fuentes del caso han informado a Europa Press de que el día 12 de abril tendrá lugar la constitución del jurado, que estará compuesto por nueve personas más dos suplentes, mientras que será el viernes cuando declare el procesado, tras lo cual le tocará el turno a testigos --entre ellos el marido y el propio hijo de la fallecida-- y peritos.
Los padres de la víctima tienen previsto llegar a Sevilla el 10 de abril para asistir al juicio, en el que los miembros del jurado deberán dictaminar si el acusado es culpable de los delitos de asesinato, profanación de cadáveres y agresión sexual, tal y como le imputan la Fiscalía y las acusaciones particulares que ejercen, por separado, el marido y la familia de la víctima.
En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el Ministerio Público relata que los hechos tuvieron lugar la madrugada del día 30 de agosto de 2010, cuando la víctima, tras estar con su hijo y la novia de éste en Triana, se dirigió a un bar del Porvenir para tomar una copa, lugar en el que "contactó" con el acusado.
Posteriormente, ambos se dirigieron al domicilio del encartado, ubicado en la plaza Alcalde Horacio Hermoso del Tiro de Línea, donde tomaron unas copas y, por causas que se desconocen, iniciaron una discusión, en el transcurso de la cual el acusado le propinó "fuertes" golpes en ambos brazos y en la espalda que la hicieron caer al suelo.
Una vez en el suelo, estando la víctima "posiblemente inconsciente" ya que "no presenta lesiones de defensa", el acusado le propinó tres cuchilladas "de arriba a abajo, de izquierda a derecha", y, seguidamente, arrastró el cuerpo al cuarto de baño, donde lo metió en la bañera. A continuación, cogió una maleta para meter el cuerpo, que desnudó, "pero como no cabe en la maleta le corta la cabeza y el brazo derecho".
EL BRAZO Y LA CABEZA, EN UNA BOLSA DE BASURA
Así, el acusado metió tanto la cabeza como el brazo en una bolsa de basura y ésta, a su vez, en una mochila, tras lo que limpió toda la casa. A las 16,00 horas del 31 de agosto, cargó la maleta con parte del cuerpo en el coche que le prestó una amiga y la tiró en el río Guadalquivir. Tras ello, volvió a su casa, se cambió de ropa y se marchó a Chipiona (Cádiz), donde tiró una bolsa de basura con los utensilios de limpieza que usó.
A continuación, y de vuelta a casa, el acusado cogió la bolsa con la cabeza y el brazo de la víctima y fue andando hasta el río, donde la tiró. Según el fiscal, el imputado no padece trastorno mental ni pasado ni actual y no depende del alcohol ni de la cocaína, por lo que su capacidad intelectiva "estaba intacta" el día de los hechos y posteriores.
De su lado, la acusación particular que ejercen los padres y el hijo de la víctima solicita la imposición de una pena de 25 años de prisión por el delito de asesinato; cinco años por un delito de agresión sexual del artículo 178 del Código Penal, y cinco meses por profanación de cadáveres.
EL TSJA ORDENÓ EL JUICIO CON JURADO
Asimismo, esta acusación particular pide que el acusado pague una indemnización de 100.000 euros a los padres de la víctima; de 30.000 euros a cada uno de los dos hermanos de Laura, y de 150.000 euros al hijo. Por último, la acusación que ejerce el marido de la víctima ha pedido para Antonio Gordillo un total de 25 años de cárcel por el delito de asesinato y cinco meses por la profanación de cadáveres, así como el pago de una indemnización de 150.000 euros.
El juicio se celebrará con jurado popular después de que así lo determinara el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que estimó el recurso interpuesto por el letrado del marido de la víctima, Marcos Cañadas, recurso al que se adhirió la Fiscalía, y revocó el auto en el que el magistrado que fue designado para presidir el jurado ordenó que el caso fuera enjuiciado por un tribunal.
La Audiencia Provincial apostó por un tribunal profesional --en contra de lo que acordó el juez de Instrucción número 18 de Sevilla-- pues aplicó, a la luz de la nueva jurisprudencia del Tribunal Supremo (TS), la "conexión" entre los delitos que se le imputan al acusado y consideró que el "objetivo principal" de Antonio Gordillo, según lo relatado por una de las acusaciones, era agredir sexualmente a la víctima, tras lo cual, y al verse rechazado, cometió el crimen.
En una vista celebrada en enero, el letrado del marido de la víctima defendió que, aunque el objetivo inicial del acusado fue un acercamiento sexual a Laura Cerna, el objetivo último no era la agresión sexual, mientras que la Fiscalía argumentó que "no hay ninguna prueba ni indicio" que permita sostener que el imputado agredió sexualmente a la mujer.
De su lado, la defensa del imputado y la acusación particular que ejercen los padres y el hijo de Laura pidieron un tribunal profesional, aunque finalmente el Alto Tribunal andaluz decidió que fuera un jurado el que enjuiciara estos hechos.