La propuesta de resolución que debatirá la Unesco en su próxima sesión del Comité de Patrimonio Mundial -del 24 de junio al 6 de julio-, en la que se recomienda incluir la Catedral de Sevilla, el Archivo de Indias y el Alcázar en la ‘lista negra’ de monumentos en peligro, al entender que la Torre Pelli afecta de forma negativa tanto a los mismos como al paisaje histórico de la ciudad, ha propiciado la reacción del Ayuntamiento, que pide la ayuda del Estado y de la Junta para defender el proyecto de Cajasol ante la Unesco, y por ende de la Consejería de Cultura, que volvió a insistir en que las competencias sobre la torre son “exclusivamente del Ayuntamiento, tanto para lo bueno como para lo malo”.
El Consistorio, que el domingo se pronunció por primera vez del lado del rascacielos, ayer volvió a reafirmarse a través del alcalde. Zoido señaló que llevará a cabo encuentros para “defender Sevilla en primera persona”, dejando claro que el rascacielos cuenta “con todos los requisitos legales y no afecta” a la condición de Patrimonio.
“No es mi proyecto, pero por seguridad jurídica y por confianza en la inversión lo tengo que mantener”, aseguró Zoido en su defensa de la torre, después de subrayar que tiene “la satisfacción de no haber tenido que cambiar ni un ápice mi postura”, porque cuando estaba en la oposición se limitó a decir que cuando gobernara revisaría la licencia, que “cumple con todos los requisitos legales”.
A su vez, Zoido aseguró que “pronto” se entrevistará con el director general de bienes de la Unesco y que espera presentar una defensa conjunta con el Estado y la Junta, para lo que ayer habló con el secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores y con el delegado de Asuntos económicos de la embajada ante la Unesco, así como con el consejero andaluz Luis Planas, responsable de la ordenación del territorio en Andalucía del que dijo haber obtenido una “magnífica” respuesta.
Ayuda técnica
Muy distinta es la postura del delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, que ayer recordó a Viva Sevilla que las licencias de obras de la torre las concedió el Ayuntamiento, único responsable por lo tanto, y que el “único interlocutor válido ante la Unesco es el Estado”, del que espera un pronunciamiento.
“Sí es cierto -continuó Bueno- que en el 2006, ante la propuesta de modificación del PGOU -el Plan Especial de Reforma Interior (PERI)- la Consejería informó favorablemente pero sólo en lo referente al Conjunto Histórico Artístico de la ciudad. La torre está fuera del perímetro protegido, por lo que la responsabilidad, es sólo del Ayuntamiento. Eso sí, nosotros apoyamos al Ayuntamiento para todos los informes técnicos que necesite”.
Icomos lamenta el giro del Ayuntamiento
El comité español de Icomos valoró ayer de forma negativa que el Centro de Patrimonio de la Unesco haya propuesto incluir los tres bienes patrimoniales de la ciudad en su ‘lista negra’, algo que para Víctor Fernández Salinas, secretario del comité nacional del organismo consultor de la Unesco, era “presumible” desde hace mucho tiempo.
“No estamos contentos con la noticia, pero esto se veía venir ya y más cuando el Ayuntamiento ha desatendido los cuatro avisos de la Unesco al respecto”, señaló Fernández Salinas a Viva Sevilla.
“Además -continuó el secretario de Icomos-, la nueva postura del Ayuntamiento y de su alcalde genera mucha confusión. Este extraño giro y huida hacia adelante puede ser contraproducente y generar más perjuicios que ventajas ante la Unesco. El alcalde se está empecinando en defender lo indefendible: el proyecto de la Torre Cajasol no es compatible con el mantenimiento del patrimonio de la ciudad”.
Para Salinas “es muy difícil pertenecer a un club -en referencia a la Unesco- y no seguir sus normas”. “Que la ciudad decida sus intereses entre la torre y la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Sería la primera vez que España entra en la lista del patrimonio mundial en peligro y uno de los pocos casos de Europa, y, de salir de la lista del Patrimonio., sería el tercer caso mundial después de Omán y de Dresde”, finalizó.