Hasta ahora se habían mantenido callados esperando que desde el Ayuntamiento llegase una solución, pero el paso de los meses y, sobre todo, la llegada del verano, ha provocado que los vecinos que tienen sus viviendas colindando con la plaza de las Esculturas se hayan echado a la calle y hayan colocado en sus vallas distintas pancartas pidiendo soluciones a la falta de salubridad que en estos momentos hay en la plaza.
Agua completamente estacanda con un olor casi insoportable; estanques convertidos en auténticos vertederos de basura; columnas plagadas de pintada; y, ante todo, un criadero de mosquitos e insectos que han provocado que la gran mayoría no puedan abrir las ventanas de sus casas. Es para lo que ha quedado un espacio público que se vendió como adalid de la cultura urbana en tiempos del PA y que, a día de hoy, ofrece una imagen paupérrima, donde la falta de mantenimiento pone en evidencia que es una plaza a la deriva.
Una plaza que, dicho sea de pase, cuenta desde hace varios meses con una inversión aprobada en Pleno para proceder a su remodelación, pero que por el momento ésta no llega. Incluso uno de los vecinos habló hace pocos días con el alcalde, José Loaiza, para saber cuándo tenían pensado iniciar las obras y que su respuesta fue que, como muy pronto, a partir del próximo mes de septiembre.
Los vecinos no están dispuesto a tragarse todo el verano de mosquitos encerrados en sus casas y quieren que, al menos, mientras no se lleva a cabo la obra de remodelación se vacíen los estanques y se limpie toda la plaza.
Las pancartas
En cuanto al contenido de las pancartas hay que reseñar que hubo mensajes para todos los gustos y todos los colores. En las sábanas se podían leer frases como; Alcalde: menos Diputación y a La Isla más dedicación ¿no ves desde tu balcón como está el parque?, puesto que el primer edil isleño tiene su vivienda justo enfrente de la plaza; o Plaza de las Esculturas: 1) mosquitos, 2) mierda, 3) inseguridad). Tampoco se libró de los mensajes el anterior alcalde y actual delegado de Medio Ambiante, Manuel María de Bernardo, indicando sobre él que De Bernardo: tampoco nos sirve de concejal de parques y jardines; mientras que en otra ponía Aguas sucias ¡¡¡No!!!, árboles y flores ¡¡¡Sí!!!.
Incluso han redactado una carta en una madera en la que se puede leer lo siguiente: Carta al señor alcalde: usted como vecino de Madariaga y viviendo enfrente de la plaza de las Esculturas no se ha preocupado de su conservación por lo que demuestra su nula preocupación por el barrio. Mucho interés por Diputación (trabaja en un palacio) olvidándose de nuestras problemas.
Por último, los vecinos que se han concentrado han mostrado su malestar con las asociaciones de vecinos que están colindando con la plaza -Madariaga, Naval San Carlos y Reyes Católicos-, puesto que ningún representante ha estado con ellos para apoyarlos.
