"Intentaron vendernos la moto tapando boquetes, pero incluso sin saber cómo responder a muchas de las dudas que planteamos. No tienen claro el asunto del tráfico, ni el de los ruidos. Pero es que en la reunión quitaron importancia al importante patrimonio que esconde toda la zona". Con esta contundencia salía la noche de este martes de la reunión a la que había sido convocada la Plataforma de Vecinos del Barrio de San Francisco en defensa del Patrimonio de Ronda. Así es como ha venido en denominarse el colectivo que han creado para luchar contra la construcción del llamado centro de recepción de visitantes de Ronda en las cornisas del Tajo.
La plataforma había acudido a un encuentro organizado por los propios promotores: "Lo han organizado ahora que han visto que el barrio no está de acuerdo con el lugar elegido", se quejaba Antonio Calvente, uno de los portavoces del colectivo. Al encuentro acudieron unos 60 vecinos, "y no lograron convencer a nadie", afirmó a RONDA SEMANAL.
Pese al encuentro, las dudas siguen radicando en "su negativo impacto para el conjunto histórico de una ciudad que aspira a ser nombrada Patrimonio de la Humanidad", así como "el caos circulatorio" que supondría el proyecto para las calles afectadas por el mismo, con posibles afecciones, entienden, a la plaza del barrio, y "con el consiguiente aumento de molestias para los vecinos". Estos son los argumentos con los que los vecinos, además, presentaron este martes una alegación contra el proyecto.
En la reunión de este martes estaban dos de los promotores y un arquitecto: "Se demostró que los vecinos no conocían el proyecto, y por ahí se debió haber empezado. Pero es que, al final, los vecinos salieron mal, peor de lo que ya estaban, porque el proyecto no les gustó. Los argumentos que nos dieron no tenían fundamentos, y casi pensamos que se nos mentía", concluyó Calvente.