La secretaria local del PSOe en Los Barrios, Estefanía Ruiz; y vicesecretario general de la comisión ejecutiva provincial del PSOE, y alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, comparecieron este jueves para valorar el pacto PA-PP en Los Barrios.
Para los socialistas, el acuerdo "obedece a intereses partidistas, los del Partido Popular, al promoverlo y suscribirlo después de haber jugado con la ambigüedad en la oposición durante 17 meses".
Para el PSOE, "este pacto se debería haber hecho al principio de este mandato y habría tenido entonces otro sentido del que ahora tiene. La disposición del Partido Popular al mismo en este momento coincide muy sospechosamente con el relevo en la dirección de esta formación a nivel provincial que ha tenido lugar recientemente y a una nueva estrategia de la organización más que a la preocupación por Los Barrios y por sus ciudadanos".
En opinión de los socialistas, "ha pesado más para el PP su deseo de garantizar la estabilidad del acuerdo de gobierno en la Mancomunidad, fortalecer el pacto de gobierno en San Fernando y mantener en el horizonte la posibilidad de una moción de censura en San Roque que los intereses del propio PP a nivel local y, lo que es más importante, la situación de la política municipal barreña".
Los socialistas entienden que David Gil "se ha sometido a la disciplina de partido impuesta, muy a su pesar, y, lo que es peor, ha permitido que Los Barrios se convierta en moneda de cambio dentro de esa estrategia de la nueva dirección del PP encaminada a conquistar las alcaldías de otros municipios".
Para el PSOE, "El leit motiv del pacto parece estar en el propósito de ampliar el cupo de liberados por parte de una y otra formación más que en una propuesta programática definida. Así se desprende, al menos, del hecho de que haya sido precisamente este detalle, así como el posible reparto de delegaciones, lo primero que ha trascendido respecto a su contenido".
En opinión de los socialistas, "podría decirse, además, que dichas liberaciones, si es que finalmente se producen, obedecen más al propósito de satisfacer las necesidades personales de los posibles liberados y de las formaciones políticas a las que pertenecen que a las necesidades de la institución y, por tanto, a las de esos 23.000 ciudadanos a los que PA y PP apelan tantas veces con demasiada dosis de demagogia".
Creen, además, que una medida como esa "no va a contribuir a mejorar la maltrecha situación económica del Ayuntamiento de Los Barrios, sino todo lo contrario, y nos parece lamentable e inadmisible que se adopte cuando en lo que va de mandato se ha despedido a casi 200 trabajadores, padres de familias en su gran mayoría".
Para el PSOE, "nos parece lamentable e inadmisible que, en una coyuntura como la actual, se contrate personal de confianza y, más aún, cuando tanto PA como PP se pronunciaron contra la posibilidad de llevar a cabo este tipo de contrataciones, si los rumores que nos han llegado sobre este particular finalmente llegan a confirmarse".
Asimismo, pusieron de relieve que el pacto "no contempla, que se sepa, el cumplimiento de las sentencias judiciales que decretan la nulidad de los despidos llevados a cabo y la readmisión de los trabajadores afectados. Y este no es un problema menor, sino probablemente el más grave al que se va a enfrentar el nuevo equipo de gobierno municipal".
Para los socialistas está claro, "por lo que se sabe", que la responsabilidad del gobierno municipal va a quedar prácticamente en manos del grupo popular y el grupo andalucista, que es el mayoritario, va a pasar a un segundo plano, a pesar de mantener la alcaldía. Esa es la lectura que puede extraerse del reparto de delegaciones que se ha adelantado. Si finalmente, Personal, Hacienda, Seguridad Ciudadana, Limpieza, Parques y Jardines y la Asesoría Jurídica del Consistorio van a estar dirigidas por el PP, mientras el PA se queda con el resto, esto sólo significa una cosa: que la gestión de los andalucistas hasta la fecha ha sido un absoluto y rotundo fracaso y así lo reconocen ellos mismos y que al señor Romero, todavía alcalde, se le da ya prácticamente por amortizado, quizá por aquello de que tanto le gustan las amortizaciones.