El presunto líder de la trama de blanqueo de capitales desarticulada con la 'operación Emperador' habría recibido un chivatazo de algún agente policial que le advertía de que sus líneas telefónicas estaban siendo "observadas", tal y como se recoge en el sumario del caso, al que ha tenido acceso Europa Press.
La revelación está recogida en un informe que los fiscales Anticorrupción José Grinda y Juan José Rosa enviaron el pasado 12 de abril al juez instructor, Fernando Andreu, en el que se hace referencia a una conversación intervenida al supuesto cabecilla en la que reconocía que el "director de la comisaría de seguridad de España" le había informado de que sus "actividades de carácter no lícito" estaban siendo investigados.
Los fiscales del caso dicen desconocer en su informe "exactamente" a cuál de "los múltiples estamentos de la Administración con la nomenclatura de comisaría" podría referirse Gao Ping, ya que, según constatan, no existe "ninguno con la denominación de comisaría de seguridad".
En todo caso, aseguran que como consecuencia del "temor a ser inspeccionado" y por razones de "seguridad", el cabecilla de la organización tomó la determinación de reunirse "con algunos de los máximos mandatarios de la trama" en una gestoría de Fuenlabrada al objeto de preparar una contabilidad falsa de sus sociedades mercantiles que poder presentar en el caso de que fuera "objeto de una inspección".
UN CRÉDITO DE 20 MILLONES
El informe de la Fiscalía Anticorrupción presenta a Gao Ping como "el máximo líder de la organización criminal investigada", mientras que tanto la familia de su esposa, Yang, como el resto de integrantes de la trama se somentían "a sus mandatos, dándolos cumplimiento y acatándolos de forma abnegada".
Como muestra de sus "estatus jerárquico" los fiscales citan las "elevadísimas cantidades" económicas que se derivaban de las operaciones de las que se hacía cargo. De las llamadas intervenidas que obran en el sumario se deriva que Gao Ping pidió un crédito en China por importe de 20 millones de euros o tuvo que afrontar unos gastos en publicidad e inversiones de 90 millones.