El neurólogo Carlo Alberto Defanti, quien ha asistido a Eluana Englaro, de 38 años, desde que ésta sufrió el accidente de tráfico en 1992, explicó ayer a la agencia de noticias italiana Ansa que “por ahora las condiciones clínica son estables” y confirmó que se “prosigue con la suspensión total de la nutrición artificial”.
El equipo de médicos que se ha ofrecido voluntario para ayudar a morir a Englaro, ingresada desde el pasado 2 de febrero en la clínica Quiete de Udine, en el noreste de Italia, suspendió ayer totalmente la alimentación e hidratación que le llegaba a la mujer a través de una sonda.
El protocolo médico consiste ahora en administrarle sólo sedativos y antiepilépticos, mientras se espera su muerte por deshidratación que, según los expertos, puede llegar en unos quince días.