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Jueves 04/07/2024  

España

Esto no es democracia

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Hace medio siglo, pueblos enteros de Andalucía emigraron para buscar el sustento que les era negado en su tierra. Como aquel Salustiano que se fue a Alemania de la canción de Carlos Cano, hoy el panorama presenta la misma sombra de pobreza y miseria. Los acontecimientos invitan al pesimismo, porque creer que las cosas se van a arreglar gracias a la concesión de créditos que los bancos otorgarán en adelante, gracias a la cuantiosa inyección de liquidez gubernamental, es un ejercicio ingenuo de buena voluntad hacia estas entidades que, cuando menos, supone aferrarse a un acto de pura fe ciega en un sistema depredador. Los ricos se están haciendo más opulentos, en tanto los pobres aumentan su desdicha; los grandes empresarios hablan de recesión, utilizan una jerga macroeconómica sutil y muy técnica para edulcorar las distintas realidades que afectan de modo asimétrico a patronos y trabajadores, ya que, mientras los primeros lamentan que la coyuntura les impide seguir avanzando en la construcción de un patrimonio cada vez más grande en su afán por desbancar a la competencia, los segundos tratan de llegar al día siguiente con la esperanza, siquiera, de mantener el empleo para que la hipoteca –la gran canallada del mundo occidental– pueda seguir pagándose y así habitar, con mucho esfuerzo, lo que esta moribunda Constitución monárquica garantiza: el derecho a una vivienda en dignas condiciones.

Mientras, para las zonas del mundo más castigadas por el capitalismo, la cuestión reviste una problemática más simple, cual es la lucha por la supervivencia, engañando como se pueda al hambre. Se trata, solamente, de sobrevivir, de llegar al día siguiente, de echar balones fuera para evitar encajar ese gol definitivo que les derrote en el descuento. En este drama caótico pena la humanidad, mientras soporta en silencio, para perplejidad de quienes aseguran que es la especie inteligente, los latigazos de un poder que amenaza de nuevo resucitando el fantasma de atestados trenes de tercera y maletas de cartón rumbo a los países de Europa.

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