Todo apunta a que el último superviviente de la época dorada cuenta ya los días que restan para su despedida de la capital andaluza. Andrés Palop, que cumple su séptima temporada en la entidad nervionense, tiene la opción que ni pintada de regresar a su tierra para retirarse por la puerta grande en otro gran club como, el de toda su vida, el Valencia.
Es, probablemente, el portero más laureado de la historia centenaria del Sevilla, pero los productos caducan y desde el seno del club entienden que es el momento propicio para formar el dueto que ocupará la meta sevillista de aquí hacia delante.
Palop, con un presunto interés del conjunto ché sobre la mesa, tiene la opción de regresar a casa. Eso sí, para cumplir el rol de la suplencia. Algo que jamás pudo soportar en sus años como sevillista. Allí, en un principio, esperaría Guaita y es aquí donde entran a la palestra otros dos nombres propios. Primero, el de Diego Alves. El brasileño es el elegido para salir del Valencia, un meta muy del gusto de Monchi. Además, Emery lo conoce a la perfección de su pasado en Almería y Valencia. Eso sí, el precio es el gran hándicap, aunque con Diego Alves (27 años) la portería nervionense estaría más que asegurada. Además, compartiría competencia con un meta que está convenciendo, Beto, y que todo apunta que se ejercerá su opción de compra.
