Las autoridades iraníes están convirtiendo parte de su uranio enriquecido al 20 por ciento en combustible para su reactor de investigación nuclear de Teherán, según ha informado este martes del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica.
"Se está trabajando en ello y todas las informaciones han sido trasladadas a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de una forma completa", ha declarado ante los periodistas el portavoz del Ministerio, Ramin Mehmanparast, citado por la agencia estatal de noticias IRNA.
Fuentes diplomáticas de la AIEA han declarado a Reuters desde Viena que Irán ha reanudado las labores de conversión en combustible de pequeñas cantidades de uranio altamente enriquecido, un proceso que le permitiría ganar tiempo de cara a las próximas negociaciones entre Teherán y las grandes potencias mundiales sobre su polémico programa nuclear.
De hecho, la conversión del uranio altamente enriquecido en combustible --apartándolo, por tanto, de un posible uso para la construcción de armas atómicas-- sería una forma de evitar, de cara al próximo verano, una nueva crisis internacional sobre este contencioso.
En caso contrario, Teherán habría acumulado el próximo mes de junio suficiente material fisible para fabricar una bomba atómica y, por tanto, para sobrepasar la "línea roja" establecida por Israel para justificar un posible ataque preventivo contra Irán.