La Junta de Gobierno Local, celebrada este viernes y presidida por la alcaldesa, María José García-Pelayo, ha adjudicado a la empresa TARJE las obras de emergencia que se deben acometer en el edificio de la calle Prieta número 15 cuya fachada se derrumbó el pasado martes. El delegado de Urbanismo, Agustín Muñoz, ha señalado que las obras van a ser ejecutadas por el Ayuntamiento de forma subsidiaria ante la imposibilidad material de localizar a la entidad mercantil titular de la edificación, que es la responsable de su mantenimiento y conservación, para que ejecute dichas medidas.
Agustín Muñoz ha explicado que tras la inspección realizada por los técnicos del área de Disciplina Urbanística se elaboró el correspondiente informe que incluye una valoración del estado del inmueble y donde se concluye que la edificación se encuentra en situación de ruina física inminente, lo que hace aconsejable la adopción de una serie de medidas de seguridad, algunas de las cuales ya se llevaron a cabo de forma inmediata nada más ocurrir el incidente, como fue la limitación del acceso a la zona o el desalojo de la finca colindante.
Entre otras medidas a adoptar, “dado el estado de inestabilidad en que han quedado los elementos que todavía no se han desplomado”, Urbanismo recomienda llevar a cabo la demolición controlada de lo que queda de la fachada siniestrada, “ya que en su mayor parte se encuentra en el suelo y lo poco que queda es irrecuperable”, según ha afirmado Agustín Muñoz. Una vez concluidos los trabajos se procederá al cerramiento del solar.
En consecuencia, la Junta de Gobierno Local ha aprobado que, con carácter inminente y de forma subsidiaria con cargo a la entidad mercantil titular del inmueble siniestrado, se realicen estas obras con carácter urgente. La empresa adjudicataria tiene un plazo de 15 días para ejecutar dichas obras que cuentan con un presupuesto de 25.706,53 euros.
Hay que recordar que, tras el derrumbe de la fachada, el Ayuntamiento adoptó las medidas oportunas de seguridad como el desalojo de la finca del número 17 para evitar posibles riesgos a terceros así como el corte de la calle al tráfico rodado y al paso de peatones.