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El Centro de Estimulación Precoz cumple 25 años

Una media de 200 niños pasan cada año por las instalaciones del centro, donde reciben asistencia individualizada por parte de expertos en atención temprana. El 30% recibe el alta en el plazo de un año.

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  • Trabajo en agua con uno de los usuarios del centro. -

Una media de 200 niños pasan cada año por las instalaciones del Centro Comarcal de Estimulación Precoz de Sanlúcar, que este 8 de marzo ha cumplido 25 años desde su fundación. Con sede en Sanlúcar presta asistencia a niños con todo tipo de problemas desde el nacimiento hasta los seis años, con un ámbito de actuación que incluye los municipios de Chipiona, Rota, Trebujena y Sanlúcar, donde está ubicado.

En sus orígenes, el centro se creó como servicio municipal de estimulación precoz, cuando en Sanlúcar gobernaba el socialista Manuel Vital Gordillo, en 1988. En aquella época, comenzaron el trabajo con 18 niños. 

Hasta 2013 el centro se ha trasladado de sede hasta en diez ocasiones. Al principio de su existencia tuvieron muchos problemas de ubicación que, tal y como ha relatado el director del centro a este periódico, al final se solucionaron de raíz. “Ningún centro disponía de las condiciones adecuadas para atender a los niños. En 1995 reuní a los padres y les dije que me iba a iniciar la búsqueda de dinero para financiar la construcción de un centro, que quien quisiera seguirme que lo hiciera”, recuerda Rafael Ibañez. Las actuales instalaciones del Centro de Estimulación Precoz del Bajo Guadalquivir se inauguraron en 1999, aunque tres años más tarde mejoraron con una segunda fase.

Un equipo de profesionales, formado por un psicólogo infantil, logopedas, fisioterapeutas, psicomotricista y experto en audición y lenguaje, trabaja de manera personalizada con cada niño. A excepción de la fisioterapeuta, que desarrolla su trabajo en el agua, todos son especialistas en atención temprana. “Todos los profesionales del centro trabajan de manera individualizada y, normalmente, cada niño recibe tratamiento de más de un profesional, en función de las áreas de desarrollo que tengan afectadas”.

En el CDIAT atienden a los niños en todas las áreas del desarrollo, estimulándolas y centrándose en aquellas que se detecta un mayor déficit. Los niños son remitidos al centro por los pediatras de los centros de salud de toda la comarca. El 30% de los casos son niños con patologías graves, y el resto, con patologías menos graves, moderadas o leves. El 40% de los niños tienen patologías leves que con una atención adecuada y cogiéndolos a unas edades tempranas, evolucionan favorablemente. De hecho, según destaca el responsable del centro, el 30% de los alumnos recibe el alta en el mismo año que comienza su tratamiento.

Los padres juegan un papel esencial tanto a la hora de detectar las posibles patologías como en el trabajo posterior con los niños. Participan activamente en el tratamiento que reciben los niños, recibiendo por parte de los profesionales orientaciones claras sobre cómo abordar el trabajo que tienen que realizar con los niños en las áreas del desarrollo que se les intervienen. El año pasado, del centro salieron más de 30.000 copias de fichas a color que los profesionales entregaron a los padres para que realicen en casa parte de los ejercicios específicos que se les enseña para aplicarlos en casa. “Siempre estamos trabajando con los padres”, resalta Ibañez, quien se muestra ‘sorprendido’ por la capacidad de observación de algunas madres. Otras, sin embargo, se lamenta, “se dejan llevar y no quieren ver la realidad”. Y es que enfrentarse a un problema en el desarrollo de un pequeño no es fácil. De ahí que parte del apoyo del centro se centre también en las familias. “Hay patologías graves que son muy difíciles de llevar y muy difíciles de asumir, pero siempre nos tienen a nosotros para hablarles, ayudarles y levantarlos las veces que sean necesarias”, asegura Rafael Ibañez.

PATOLOGÍAS EN AUMENTO

Los casos más frecuentes son los niños inmaduros, que sufren un retraso del lenguaje y/ o un bajo nivel en sus movimientos generales. También va en ascenso el número de niños prematuros. Según destaca el director del Centro de Estimulación Precoz, han aumentado notablemente los niños con menos de un kilo de peso. Los avances registrados en la medicina en los últimos años permiten que niños de 500 o 600 gramos puedan salir adelante. Esta es una de las causas que ha llevado al centro a atender a un mayor número de niños ‘pretérminos’.

Desde su fundación hace 25 años hasta ahora también ha habido una evolución notable en las patologías y su tratamiento. En los años 80 abundaban los niños con autismo, tenían grandes problemas de comunicación, apenas hablaban y los que lo hacían utilizaban un lenguaje sin sentido aparente. “Hoy han ganado mucho en comunicación y algunos están integrados en una educación ordinaria con bastante éxito de adaptación”, apunta Rafael Ibañez. Sin embargo, el número de niños con trastorno del espectro autista (TEA) está aumentando de forma preocupante.

También han mejorado los programas de trabajo para el control de la hipotonía de los niños con Síndrome de Down, así como ayudas técnicas para los niños con parálisis cerebrales que no existían hace unos años.

La crisis también se deja notar en el centro, que vive, en parte, de las subvenciones que recibe de la Administración. ¿Es suficiente? “¿Dónde está la suficiencia de un niño que no habla o no anda?, si tenemos dos sesiones por semana los padres quieren tres o cinco si tienen tres. Llegamos hasta donde podemos”, afirma el director del centro. Desde el año 1997 los alcaldes de la comarca firmaron un convenio para el mantenimiento del mismo. Sin embargo “algunos ayuntamientos no están al día en los pagos y tienen varios recibos semestrales pendientes de pago, lo que nos obliga a hacer reajustes presupuestarios y medir mucho los gastos”, se lamenta.

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