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Huelva

El último adiós a un genio

Huelva asimila la muerte de uno de los genios de la guitarra flamenca, Niño Miguel, cuya vida marcada por las luces y sombras se apagó definitivamente

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Los genios, sin duda, son siempre diferentes, para lo bueno y para lo malo. Un genio, de los que se escriben con mayúsculas era, artísticamente hablando, el guitarrista onubense Miguel de Vega ‘el Niño Miguel’, de manos y alma prodigiosas, pero, como tantos otros creadores sublimes, algo peleado con la vida. Se va un grandísimo intérprete, de esos de raza, de genio, de carisma, que sacaba magistralmente con dedos ágiles, y veloces, como esas aves que surcan el cielo de Doñana en sus migraciones, los mejores sonidos a la guitarra. Con niño Miguel, pasará, que constantemente, creeremos verlo todavía con su perfil elevado, asido a su sonanta de pocas cuerdas, en cualquier esquina de Huelva, poniendo sentimiento flamenco a las horas más mundanas. De su magisterio y su grandeza artística da cuenta el hecho de que, regresado a la escena en noviembre de 2011 con un espectáculo que ofreció en el Teatro Central de Sevilla, colgó el cartel de no hay billetes. Parece, que la libertad, siempre se paga excesivamente cara, y que no hay genialidad sin tragedia, y de esto último, mucho se resume en la existencia de Niño Miguel. Y si a pesar de su inconstancia, motivada por sus problemas de salud mental y sus adicciones, ha merecido el reconocimiento y el respeto del mundo flamenco por su genialidad, también hay que poner en valor que Huelva, nunca le ha dado de lado y ha sabido reconocerle  y quererlo como a un hijo.

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