Una Fortaleza de la Mota no conocida hasta el momento. Actuaciones de mejora y adecuación en la zona del Bahondillo del Conjunto Monumental han permitido sumar nuevos atractivos para la visita a La Mota. Los trabajos de acondicionamiento y puesta en valor, iniciados en 2009, se han desarrollado dentro de las actuaciones de los proyectos AEPSA generadores de empleo estable, con un presupuesto de 106.774,47 euros. Las intervenciones han permitido la contratación de 70 personas, entre oficiales y peones. Estos trabajos se vieron apoyados por el Campo Internacional de Arqueología en las ediciones de los últimos años.
La alcaldesa de Alcalá la Real, Elena Víboras, y el concejal de Urbanismo y Patrimonio, Juan Ángel Pérez, han visitado este nuevo espacio. En palabras de la alcaldesa “es la hora de la Mota, tras años de rehabilitación y puesta en valor de las múltiples áreas de nuestra joya monumental”. Asimismo ha indicado que, “estas incorporaciones van sumando atractivos y reclamos para su visita, siendo Alcalá, con la Fortaleza de la Mota, uno de los municipios que está creciendo en número de visitantes en la provincia de Jaén”.
Juan Ángel Pérez ha explicado que se trata de una zona abandonada a finales del siglo XVII, “un barrio donde vivía gente humilde, y que reúne elementos muy interesantes, como casas cueva, elementos arquitectónicos especiales, bodegas, viviendas particulares con portada noble. En suma con este entramado se puede entender mucho mejor el urbanismo de época medieval”.
Asimismo, Pérez Arjona ha aludido a un nevero que ha salido a la luz tras la actuación, situado en el interior del antiguo Palacio Abacial, con unas dimensiones de seis por nueve metros, que conservaba nieve y alimentos durante meses “pieza muy singular con canalizaciones, sobre las que se intercalaban capas de nieve y paja”.
Desde el año 2009 se ha llevado a cabo una excavación arqueológica en este espacio de la Mota. Los trabajos se enmarcan en los estudios previos necesarios para la redacción del proyecto de rehabilitación del tramo de la muralla oeste de la Fortaleza de la Mota.
El principal resultado de los trabajos de campo fue la localización de los elementos que componían la trama de la antigua ciudad, como las calles, puertas, pequeñas plazas, etc... Al mismo tiempo ha permitido poner en valor la ocupación de diferentes cuevas como viviendas, donde destacan las zonas de bodegas, con sus lagares, aljibes…Esta zona “oculta” de La Mota permite descubrir zonas y vistas completamente diferentes de las ya conocidas, donde a veces se pierden las referencias de las torres y el campanario.
Mención especial merecen algunos de los espacios más significativos que se abren al público. En primer lugar, el nevero. Este se encuentra excavado en la roca y mantiene en la base los nervios, horadados en la roca, sobre los que se colocaba el entarimado de madera. Su función era mantener la nieve traída de las montañas, que una vez apisonada, servía para conservar los alimentos y enfriar las bebidas.
En segundo lugar, los trabajos de campo y las fuentes documentales han permitido establecer la posible ubicación del antiguo Palacio Abacial de la Mota. Aunque aparece arrasado, casi en su totalidad, se pueden identificar diferentes espacios, como bodegas, cuadras, aljibes, etc.
La incorporación de esta nueva zona del entramado urbano, permite ampliar los itinerarios de visita ya existentes dentro de la Fortaleza de la Mota, facilitando la comprensión de la vida cotidiana de sus antiguos habitantes. Permite observar la verdadera riqueza arqueológica y monumental del recinto, con la singularidad de sus murallas, calles y viviendas. Las tareas que se han llevado a cabo se han centrado en la limpieza, mejora y adecuación de itinerarios, así como de la instalación de elementos de señalética, direccionales e informativos, y elementos de vegetación, que facilitan la visita
