Macrosad, que desde hace poco más de una semana asume la explotación del servicio de ayuda a domicilio en compañía de Ingesán, ya fue liquidada por el Ayuntamiento de Jaén en la primavera de 2012, meses antes de que expirase el contrato de la concesión por impagos a su plantilla de trabajadoras que derivaron en varias huelgas.
La empresa que ha tomado el testigo de Acasa -tras un periodo transitorio de gestión municipal directa- dejó pendientes de pago cuatro mensualidades a sus doscientas trabajadoras, a pesar de que el Ayuntamiento aseguró en su momento estar al corriente de las transferencias acordadas con la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Andalucía.
Eso sí, la sociedad se escudaba en la deuda que se había generado en el anterior mandato municipal, que se elevó a los 3,5 millones de euros.
Este hecho se suma a las dudas que sobre la UTE Macrosad-Ingesán habían planteado estos días pasados tanto el propio comité de empresa como los sindicatos CCOO y UGT, que alertaron incluso de posibles extinciones de contratos de obras y servicios suscritos con varias decenas de trabajadoras.
