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“Estamos fatal. La sentencia ha sido un gran palo para todos”

La familia de Rocío Vázquez, la joven que perdió un ojo tras explotarle un cohete, recurrirá el fallo

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  • Rocío llegando al juicio. -

Después de casi seis años esperando que se hiciera justicia, Rocío Vázquez y su familia todavía no se creen que el juicio que con tantas ganas esperaban haya terminado sin culpables. La sentencia que la pasada semana dictó el juez absolviendo a Manuel C. G. y su hijo, Francisco Javier C. P.  de un delito de lesiones por imprudencia amparándose en las “contradicciones” de las pruebas testificales practicadas en la vista hace varias semanas respecto a la autoría de los hechos, ha sido “un gran palo para todos”. “Estamos fatal; ha sido peor que un jarro de agua fría después de las ganas que teníamos de que se celebrase el juicio”, señala Francisca Márquez, madre de la joven, estos días “un poco más recuperada” tras el “duro mazazo” que le supuso conocer el fallo del magistrado.


A falta de dar instrucciones a su abogada, Inmaculada Gilabert, en los próximos días, Rocío ha decidido recurrir la sentencia,  convencida de que las cosas “no pueden terminar así”, agrega su madre, que a lo largo de estos años se ha convertido en el gran apoyo de la chica, viajando a Madrid varias veces al mes para ir al especialista, gastos que se han tenido que pagar de su propio bolsillo.
El hecho de que la justicia, en este sentido, no les haya dado la razón, deja también a esta vecina de Los Albarizones sin ninguna opción a cualquier indemnización -como así solicitaron tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular- después de que a lo largo de estos años hayan tenido que costearse todos los viajes a la capital y tratamientos, y, de hecho, aún está pendiente de nuevas intervenciones.


A ello hay que sumar, además de los evidentes perjuicios físicos, los psicológicos, dado que Rocío ha tenido que ser tratada por un psiquiatra  y debido a las consecuencias de la explosión del petardo en su cara tiene reconocido un grado de minusvalía del 48 por ciento  por Junta de Andalucía. Lo que sí espera la madre de la joven es que los tres  testigos a los que se procesará por un delito de falso testimonio al verter manifestaciones radicalmente opuestas a las que realizaron en la fase de instrucción (en esta última inculpaban a los dos acusados) sean condenados.

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