El Valencia Basket sumó su tercera victoria consecutiva en la Liga Endesa al arrollar a un voluntarioso pero negado Valladolid que fue incapaz de contener el físico y la calidad de los locales.
Pese a dominar con solvencia el marcador, al Valencia le costó atacar en la primera parte y dominar el juego en la primera parte. En cambio, en la segunda, con una defensa mucho más activa pudo correr divertirse ante un rival entregado.
El encuentro comenzó más igualado de lo que pronto mostró el marcador. El Valladolid saltó a la pista dispuesto a presentar batalla pero le faltó puntería. Sus ataques lograban tiros razonablemente cómodos pero la bola se negaba a entrar por el aro (17-1, m.6).
Al Valencia no le hizo falta mucho. Tres triples de Sam Van Rossom le allanaron el camino pero después le faltó claridad ante la zona planteada por los visitantes. Eso sí, el Valladolid sólo le pudo sacar un provecho limitado a su trabajo defensivo pues no anotó ninguna canasta en juego en todo el primer cuarto. Cero aciertos en 16 tiros de campo (26-8, m.10).
El choque acabó de romperse en el segundo cuarto. Los visitantes comenzaron a anotar pero el Valencia le volvió a coger el pulso al partido. El poco vistoso trabajo de Serhiy Lishchuk le dio consistencia en ambas canastas y llegó al descanso con el triunfo encarrilado (48-21, m.20).
En la reanudación, el Valladolid siguió sin poder frenar al interior ucraniano y poco a poco la defensa local fue desgastando su mermada confianza. Mucho más cómodo atacando en transición que en estático, el Valencia empezó a disfrutar del juego (64-30, m. 25).
Otros dos interiores se turnaron para mantener a la Fonteta en pie casi hasta el final del partido. Primero fue el turno de Justin Doellman. Sus tiros abiertos y sus llegadas desde fuera agujerearon una y otra vez la defensa visitante. Y después fue el turno de Juanjo Triguero, que con sus continuaciones después de bloqueo hacia el aro acabó de machacar a los de Ricard Casas.
La fiesta se completó con los minutos que Velimir Perasovic dio al adolescente Pablo Pérez y al joven Larry Abia. Ambos cumplieron con creces con cinco y seis puntos casi seguidos respectivamente que redondearon la tarde.