La Bruixa d'Or Manresa pagó los platos rotos de la derrota del CAI Zaragoza el pasado miércoles en Alemania contra el Bonn Telekom en partido de Eurocopa, sufriendo un duro correctivo a manos de conjunto aragonés que no tuvo rival prácticamente desde el salto inicial.
El equipo zaragozano se dio un festín ante un oponente al que minimizó gracias a su excelente defensa y a su acierto en ataque y con el que consiguió su récord histórico de diferencia de puntos en un partido en la máxima categoría (37).
Un CAI Zaragoza enrabietado saltó a la pista con una gran intensidad, lo que le permitió irse con facilidad en el marcador de su oponente.
El mayor poderío interior del equipo maño y su acierto desde el exterior permitieron un cómodo despegue frente a un rival que tenía problemas en su defensa pero también en su ataque.
La ausencia de Darryl Monroe por lesión y el flojo partido del MVP de la primera jornada de liga, Rasmus Larsen, que estuvo siempre muy bien controlado por los hombres altos del conjunto local, supuso que el grupo de José Luis Abós llegara al final del primer parcial con un cómodo 30-19.
En el bando catalán no solo no hubo reacción en el segundo parcial sino que el CAI Zaragoza pasó como un rodillo sobre un enemigo impotente en todos los aspectos del juego, como demuestra que en la valoración general del equipo en esos diez minutos tan solo fuera capaz de sumar 2 puntos frente a 19 de los maños, que abrieron la ventaja hasta los 23 puntos de máxima (46-23) en el minuto 17 para llegar a la media parte con 19 (48-29).
Los últimos veinte minutos de partido fueron un calvario para el equipo de Borja Comenge que se mostró impotente para frenar el vendaval local, que en ningún momento aflojó el ritmo y que llegó a marcar hasta 40 puntos de diferencia (82-42) en el minuto 36.