Las fuerzas de seguridad tuvieron que emplearse a fondo el fin de semana, comenzando por la detención de dos personas, una de Arcos y otra natural de Sevilla, como los presuntos ladrones de una tienda de juguetes y papelería en el Barrio Bajo y en una panadería de la misma zona.
Curiosamente, un juez de los juzgados arcenses decidió poner en libertad a los detenidos durante la mañana del sábado, con la desagradable sorpresa de que los presuntos ladrones volvieron a intentar robar, en este caso un vehículo que se encontraba con las llaves de contacto puestas. Estos hechos tuvieron lugar en la calle Alameda, frente a la conocida pollería de la zona.
Uno de los ladrones consiguió subirse al turismo -un seat Toledo- pero ante la insistencia de su propietario, que incluso llegó a manipular el volante mientras que el ladrón ya conducía el coche, el delincuente se empotró entre un árbol y una farola. Uno de los dos ladrones fue detenido y puesto nuevamente a disposición judicial, mientras que las fuerzas de seguridad intentan interceptar al segundo ladrón. Este intento de robo de un vehículo se produjo con violencia, pues en el intento el ladrón estuvo a punto de arrollar al propietario del turismo, un conocido empresario de Arcos que regenta el establecimiento Cash Dizvalle.
De otro lado, este medio ha sabido del robo sufrido por una vecina de la barriada San Rafael, cuando dos mujeres, supuestamente de origen rumano, llamaron a la puerta del domicilio pidiéndole por favor un vaso de agua. La vecina afectada accedió. Cuando las mujeres se marcharon del domicilio se percató que ya no tenía sobre su cuello un collar de oro, que supuestamente le arrebataron de un suave y eficaz tirón.
Por último, la Policía ha desmentido ante este medio que exista denuncia alguna por robos valiéndose de un perfume supuestamente con sustancias tóxicas para atontar a las víctimas. Se venía rumoreando la noticia de varios robos con esta técnica supuestamente de manos también de rumanas.