El expresidente del Gobierno balear Jaume Matas, quien ha hecho uso del turno a la última palabra al término del juicio en el que ha sido juzgado por un presunto delito de cohecho, ha subrayado tener "la conciencia tranquila" porque hasta el momento, en cinco años y medio de investigaciones contra él, "no ha habido ni una sola acusación de que me haya apropiado de un euro público". "Seguiré demostrando mi inocencia", ha recalcado.
En su intervención ante el tribunal del jurado y de las partes de este procedimiento judicial, enmarcado en la pieza seis del caso Palma Arena, el exministro ha mostrado su "confianza en la justicia" debido a que en todo este tiempo "he podido demostrar que el 95 por ciento de las acusaciones muy graves que se han hecho contra mí no corresponden con la realidad".
Respecto a esta vista oral, en la que se ha sentado en el banquillo por un presunto delito de cohecho a raíz de la contratación supuestamente ficticia de su mujer en un conocido hotel de Mallorca, Matas ha manifestado que, "sinceramente, nunca se me había pasado por la cabeza que, después de tanto tiempo, tendría que acudir a un juicio por esto".
Y sobre todo, ha apuntado, "por pedir a un buen amigo de más de quince años un puesto de trabajo para mi mujer, un amigo que nunca me ha pedido nada y que es evidente que no necesita nada de la Administración. Hubiera podido creer que me pasara por que me hubiera equivocado de persona, pero no con él". Así, ha manifestado que "no creía que cometía un error, porque si no lo hubiera hecho.
Tras sus palabras, el magistrado presidente del tribunal del jurado, Juan Jiménez, ha puesto término a un juicio que se ha prolongado durante tres días y en el marco del cual la Fiscalía solicita 9.000 euros de multa para el acusado así como el comiso de los 42.111 euros que percibió por la contratación de su esposa, Maite Areal, que ha sido testigo en esta pieza y que está imputada en otros flecos del caso Palma Arena.
Será a partir de las 14.00 horas de este miércoles cuando el magistrado entre el objeto del veredicto a los miembros del jurado, que quedará incomunicado desde entonces para comenzar a deliberar sobre los hechos, a fin de dirimir la inocencia o culpabilidad del expresidente.
Cabe señalar que, de forma paralela, el exlíder del PP balear se encuentra pendiente de que la Audiencia Provincial de Baleares determine si debe o no ingresar en prisión para cumplir los nueve meses de cárcel a los que el Tribunal Supremo (TS) redujo la pena inicial de seis años que le fue impuesta a Matas en el marco del primer juicio del caso Palma Arena: la relacionada con la contratación irregular del periodista Antonio Alemany para la redacción de los discursos del expresidente.
La Audiencia debe resolver así en breve el recurso que interpuso Matas contra el auto por el que el órgano judicial denegó suspender los nueve meses de prisión -correspondientes a su condena como autor de un delito de tráfico de influencias- o sustituirlos por una pena de multa, pese a ser una condena inferior a los dos años de cárcel. El tribunal aseveraba, de hecho, que "el daño social causado y el quebranto de la integridad y dignidad de las instituciones públicas no se satisface con una multa".