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Campo de Gibraltar

Mgara: “Con el zéjel hacemos una labor de sólo ante el peligro”

"Patricio y yo llevamos quince años trabajando en las dos orillas intentando crear puentes”

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  • Patricio y Mgara. -

Pocas personas conocen tan bien culturalmente ambos lados del Estrecho de Gibraltar como Ahmed Mohamed Mgara. En el Campo de Gibraltar hemos tenido el privilegio de conocer su obra literaria y periodística a través del ex alcalde de Algeciras Patricio González, con quien colabora desde hace 15 años para potenciar los vínculos entre ambos pueblos.

Uno de los aspectos en los que ambos han incidido es en la recuperación del zéjel, composición estrófica de origen árabe: “Estamos haciendo una labor de sólos ante el peligro. Solos porque tenemos que costearnos todo nosotros, pero tenemos un bagaje de generaciones atrás y tenemos que dejar nosotros un bagaje”, manifestó.

Lamenta que en ese resurgimiento del zéjel muchos del lado marroquí malinterpretan su métrica y composición. “El zéjel está adquiriendo en Marruecos derroteros muy negativos. Llaman zéjel a cualquier cosa, y, además, la métrica es muy diferente del español al árabe”, comenta.

Hispanismo
Mgara protesta por la labor, a su entender equivocada, que hacen las instituciones para fomentar el hispanismo en Marruecos. “Los directores del Cervantes en Marruecos están todos por enchufe político.

Además, ellos no tienen los libros de los hispanistas marroquíes. Algunos cometen el error de regalárselos, pero, ¿es que el Cervantes no tiene para pagar los 200 dirhams (dos euros) que costaba mi libro?”, se pregunta.

También ha colaborado con personas que necesitaban conocer aspectos de la cultura marroquí, como fue el caso de la escritora María Dueñas, con la que no acabó muy contento, porque tras dos años explicándole detalles importantísimos sobre Tetuán, lugar donde se desarrolla la historia, su agradecimiento sólo le valió para ser avisado, por correo electrónico, de que ya podía acudir a Ceuta a comprarlo. “Para mí fue un punto negativo en mi trayectoria”, reconoce, y también que ha rechazado otras colaboraciones similares en base a esta experiencia.

Hermanamiento
“Patricio y yo llevamos quince años trabajando en las dos orillas intentando crear puentes nuevos de hermanamiento y para concienciar a muchos olvidadizos de que tenemos mucho en común”, relató Mgara.

A nivel literario, ha formado ya un vínculo con el Campo de Gibraltar, que ya conoce parte de su obra. “Siempre que he venido al Campo de Gibraltar he notado aceptación porque la gente busca lo interesante. Además, esta zona tiene un buen bagaje sociocultural”, remarcó.

Lamenta, sin embargo, la cantidad de prejuicios que existen en la relación entre los pueblos, y que le gustaría que se tocasen de un modo académico, por ejemplo con los Cursos de Otoño: “Hay fobias a través de los ciclos históricos, como la expulsión de los moriscos, guerras fraticidas o la participación de los marroquíes en la Guerra Civil. De ahí vienen una serie de prejuicios que provocan imágenes como que todos los españoles son toreros o los marroquíes espaldas mojadas”.

Sin dejar a un lado los citados cursos, agradecería que en ellos se concediesen becas “en un sentido y en otro”, es decir, también para el lado marroquí, y que estas se concediesen “a las personas adecuadas, y no por amiguismo, porque eso es prevaricar”.

Como periodista, Mgara comenzó a publicar en español en 1975, con un periódico, El Emigrante, que le causó problemas en Marruecos. Desde entonces ha publicado 15 libros, todos en español, y más de 3.000 fotografías. Agradecería que el periodismo desde España, en referencia a Marruecos, se alejase del sensacionalismo y buscase la verdad de la relación entre ambos pueblos.

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