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El Puerto

Aspiraciones pasadas por agua

El Recre Portuense desperdicia un 2-0 y cede un empate en el tramo final. Los rojiblancos ceden la tercera plaza a favor de una Balona que crece. El segundo puesto, a cuatro puntos.

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A la tercera tampoco fue la vencida. Un punto ante el líder siempre es un punto. Podría valer para querer encontrar la lectura positiva a la decepción. Algo es algo. Aunque no deja de ocultar una realidad que constata la inercia y el estancamiento sufrido en las últimas semanas. Una jornada más y un punto que no recorta y que complica las aspiraciones, a la espera de una reacción.

Y es que tras ir venciendo con claridad y cuando se hacían cábalas de lo que podría suponer el triunfo, el punto terminó por aguar -nunca mejor dicho ante el diluvio que ensombreció el choque- una victoria que se tocaba con la punta de los dedos.

El Recreativo Portuense desperdició una renta de dos goles y empató en el tramo final, gracias a una pena máxima. La misma que dice que ése es el peor resultado que se puede dar y el que se complica si no cierras el partido. Y los locales, por acción o por omisión, no lo hicieron. Al igual que en el partido de ida, el partido acabó en tablas.

La oportunidad se manifestaba de cara. En casa, ante el primero y con un propósito de enmienda, los portuenses necesitaban ganar. La motivación y las ganas lo decían. Así marcaba, también, la clasificación, ante la necesidad de restar puntos al Villamartín, que tras el puntazo, se asegura más la primera posición.


El día, o mejor dicho el torrencial que cayó, ya bajó los ánimos a primera hora. Mal momento para jugarse una de las cartas de la temporada y peor climatología para llevar el peso de un duelo que debía doblegar. No pudo ser. Una vez más. Y es que tal y como ocurrió hace 15 días ante el segundo, Los Cortijillos, no se venció cuando tocaba.

Dos puntos de nueve descuelgan a los de Flor Pedregal, en un mes que empieza a alargarse y a colocarlos después de varias semanas fuera de ascenso o del play off. En la cuarta plaza y a cuatro del segundo lugar, la única que resta para tres equipos, como el mencionado Los Cortijillos, Balona y Recre.

Naufragio

El partido en sí fue jugado con un ritmo alto. El balón no corría, volaba. Los laterales del sintético dificultaba la conducción. El balón deambulaba entre los charcos y el albero. El que menos fallase se llevaría el premio, se aventuraba.

Metido en su papel, el Recre se impuso en todo cuanto intentó en la primera mitad. Moviendo la pelota, con superioridad y con criterio, las llegadas llevaron la firma rojiblanca. Un lanzamiento a la media hora de Rubén Darío desde la frontal y con la inestimable colaboración serrana (tocó Ismael), el gol desniveló la igualdad.

El rival, ni estaba ni se le esperaba. Espeso, ausente y sin profundidad, poco dejaba lucir. El descanso trajo nuevos ánimos y al igual que en la última parte de la primera mitad, el balón tuvo un dueño.

Nada más arrancar, en el minuto 5, un balón dentro del área contaba otra vez con la colaboración visitante para mandar el balón dentro del área. Gol en propia puerta que agrandó las diferencias. En un visto y no visto, los portuenses ya mandaban 2-0 de forma clara. Ahí pudo venirle los problemas a éstos. Había aún mucho tiempo por delante. Demasiado. El Villamartín quiso reaccionar tras el segundo. Lo intentó y empezó a estirarse según avanzaba el crono. Éste se ralentizaba.

Alex Torres, de cabeza, pudo hacer el tercero. Ahí pudo estar la clave del desenlace final. El cancerbero visitante Alberto se estiró y neutralizó un balón que entraba. De haberse podido cerrar, se empezó a gestar lo inesperado. Un balón recogido en tres cuartos, alojaba Sierra ajustando lejos de las manos del reaparecido Ito. Eso era en el 75’.

Ya era otro partido. Hacía ya varios minutos que era otro. El run run empezó a correr y a meter el temor en el cuerpo. Quedaba todavía mucho y el Villamartín todo lo que había escondido para sí, salió a relucir. Las siete victorias consecutivas no eran casualidad. En fútbol no existen y el líder lo es por algo. Los presagios empezaron a tomar cuerpo y otra vez Sierra, en el 89, marcaba de penalti. Del gozo al pozo.

El Recreativo Portuense se coloca cuarto en la tabla a la espera de vérselas ante el Tarifa, quinto por la cola.

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