Al menos dos policías y un civil resultaron heridos hoy por el estallido de una bomba casera en una plaza del oeste de El Cairo, informaron a Efe fuentes de la seguridad egipcia.
El atentado se registró en la plaza Al Galaa, ubicada en el barrio de Al Doki, en las proximidades de una comisaría, y causó heridas a un oficial y a un recluta de la Policía del Tráfico, quienes fueron ingresados, junto a un viandante, en el hospital institucional.
Asimismo, las fuentes señalaron que los vecinos que estaban en el lugar lograron capturar al supuesto autor del ataque, y lo entregaron a la policía.
Según la televisión egipcia, el artefacto explotó dentro de un kiosco de la Policía del Tráfico, y los artificieros se han desplazado al lugar para investigar el suceso e inspeccionar la zona en previsión de otras bombas.
Por otro lado, un sargento de la Policía destinado en una comisaría de la localidad de El Arish, en el norte de la península del Sinaí, fue acribillado por desconocidos anoche cuando regresaba a su hogar, según explicó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Interior también informó de que artificieros de las fuerzas de seguridad desactivaron hoy una bomba casera conectada a un detonador remoto junto a un muro de un tribunal del barrio cairota de Imbaba.
Estos atentados se producen un día después de que un tribunal egipcio incluyera como grupo terrorista a la organización extremista Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de Jerusalén), por haber perpetrado numerosos atentados en el país.
Ansar Beit al Maqdis se ha atribuido distintos atentados en los últimos meses en Egipto, entre ellos el dirigido contra un autobús de turistas en la península del Sinaí, en el que murieron tres surcoreanos y un egipcio el pasado febrero.
Muchos de los ataques reconocidos por esta organización han sido atribuidos por las autoridades egipcias a los Hermanos Musulmanes, también declarados como organización terrorista, que han negado su implicación en ellos.
