La Delegación Municipal de Servicios Sociales ofertará, durante este mes y el de junio, el proyecto “Aprende a Jugar”, que alcanza ya su décima edición. Se trata de un programa intergeneracional que se lleva a cabo en los colegios de Educación Primaria de Chiclana, donde el alumnado practica juegos tradicionales, en colaboración de personas mayores, monitores, profesorado y familiares.
Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo principal crear un programa intergeneracional para el ocio y la educación a través del juego y la participación, con el fin de fomentar el desarrollo integral de sus participantes.
Por todo ello, a través del proyecto “Aprende a Jugar”, se busca posibilitar a todo el alumnado de Chiclana el acceso al juego en todas sus dimensiones, rescatar los juegos tradicionales de la historia del municipio y fomentar así que no desaparezcan, impulsar que el juego se convierta en una vía de desarrollo sociocultural, físico y psicoemocional, favorecer la transmisión de normas y valores, aumentar el aprendizaje significativo y promover la integración social tanto de los menores como de las personas mayores de Chiclana.
Al respecto, la edila de Servicios Sociales, Ana María Bertón, ha afirmado que “la fundamentación de este proyecto nace de la necesidad de rescatar los juegos tradicionales que se han ido perdiendo en nuestra historia, y así enseñar a los menores a jugar a la vez que fomentamos valores como la solidaridad, el compañerismo, la comunicación y el respeto; frente al aislamiento que transmiten los juegos individualistas actuales”.
Cabe recordar que todos los juegos y canciones tradicionales desarrollados en las últimas ediciones han sido recopilados en el libro “A camito camé: recopilación de juegos tradicionales chiclaneros”, publicado por la Delegación Municipal de Servicios Sociales y Tercera Edad.
La recuperación de los juegos tradicionales está recogida en la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia, texto que establece el juego como un derecho fundamental de los menores, dado que jugar posibilita situaciones óptimas para el desarrollo, que influyen directamente en el sano crecimiento de los niños y los convierte en un medio de autoexpresión con el que se aprende a ser creativo, constructivo e independiente; además de explotar, experimentar y descubrir nuevas formas de relacionarse.
