Tres años sin tranvía

El próximo lunes el tranvía de Jaén cumplirá tres años parado desde que una decisión judicial interrumpiera las pruebas con pasajeros y se produjera el relevo en el gobierno municipal. A estas alturas nadie duda de que una vez construida la infraestructura, la más costosa que se ha llevado a cabo nunca en Jaén con dinero público, es necesario ponerla en marcha, independientemente de que el trazado fuera o no el más adecuado. Poco queda por decir del interés del Ayuntamiento de Jaén y de la Junta de Andalucía. Ninguno. Lo que sí habrá que empezar a preguntar a los políticos que finalmente encaren la candidatura a las elecciones municipales, es sí estarán dispuestos a poner en marcha el tranvía de Jaén. Al alcalde hay que reconocerle una cosa, que dijo desde el primer momento que el tranvía era una ruina y que no se montaría en él y ha mantenido su discurso hasta el final, aunque hay otras muchos gastos que también son una ruina para las arcas municipales y se han hecho estos tres años. Mientras tanto, a la Junta hay que recordarle que siempre ha tendido la mano verbalmente, pero que nunca ha realizado un gesto real para ayudar a ponerlo en marcha. Una declaración de utilidad metropolitana permitiría que otras administraciones participaran en las subvenciones que son imprescindibles para el funcionamiento del tranvía, pero ni el equipo de gobierno lo ha pedido formalmente, ni la Junta a propiciado la solicitud. El caso es que tres años después, todo sigue igual.