Si el Guadalcacín suma los tres puntos en el encuentro matinal de este domingo en el Fernández Marchán ante el Puerto Real, el ascenso a Tercera División de los de Ismael será virtual. Se quedaría nueve puntos por encima de la Unión Deportiva Los Barrios, que descansa este fin de semana y que, por consiguiente, no suma, y restarían únicamente nueve puntos por disputarse. Le faltaría a los guadalcacileños un punto para ascender, ya que el equipo campogibraltareño le tiene ganado el goal average particular, o bien que Los Barrios no fuese capaz de ganar uno de los tres partidos que le quedan. El ascenso no se podrá celebrar este domingo, pero sí comenzará ya la cuenta atrás de un campeonato que se ha venido gestando desde que en el primer tercio liguero el Guadalcacín tomase el control de la misma, se colocase primero y ahí sigue estando a la espera de cantar el alirón y de meterse, por vez primera en su historia, en categoría nacional. Parece ser que es cuestión de días, pero lo cierto es que Ismael no quiere que se lancen las campanas hasta que el objetivo esté conseguido.
Se tenía interés en los dirigentes, en los técnicos y en los jugadores locales de celebrar la fiesta del ascenso en casa, pero si todo marcha como apuntan las previsiones, aunque en el fútbol puede pasar de todo y, por ello, no se quieren confianzas, el ascenso se logará dentro de una semana en Chiclana, donde se puede vivir un fiesta en azul total.
A estas alturas de la temporada todos los jugadores quieren estar disponibles para el técnico. Hay tensión porque se quiere lograr el ascenso cuanto antes, aunque se sabe que el Puerto Real también se está jugando la vida tras el traspiés de la semana pasada en su casa ante el Tesorillo. Una derrota de los puertorrealeños comenzaría a condenarlos irremisiblemente al descenso a la Preferente cuando no a la desaparición del club ya que corren rumores de que si el equipo desciende, el Puerto Real CF se retiraría y sería la Unión Deportiva Puertorrealeña la que asumiría el protagonismo del fútbol de la villa.
Como quiera que sea, el encuentro hay que jugarlo. La fiesta está montada y el Guadalcacín quiere ser este domingo virtualmente equipo de Tercera División, algo que cuando la liga arrancó en septiembre parecía poco menos que inimaginable.