El Papa ha pedido un modelo de evangelización "humilde y alegre", para que la Iglesia sea "el hogar de muchos". Así ha deseado que la Iglesia sea "una madre para todos los pueblos" y que además "haga posible el nacimiento de un nuevo mundo" en el Mensaje por la 88Me jornada misionera mundial, que se celebra el próximo 19 de octubre de 2014.
En esta línea, Francisco ha subrayado que "la humanidad tiene una gran necesidad de aprovechar la salvación de Cristo" y ha exhortado a todos los cristianos a "cultivar la alegría de la evangelización".
La nota del Papa, que data del día 8 junio pasado, festividad de Pentecostés ha exigido a los obispos "promover la unidad de la Iglesia local en el compromiso misionero" y hacerlo sobre todo "en una salida constante hacia las periferias del propio territorio".
Ha lamentado que en muchas regiones "escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada" y ha explicado que se debe a que en las comunidades "no hay un fervor apostólico contagioso", porque "falta entusiasmo" y no despiertan "ningún atractivo".
Ha recordado que la alegría del Evangelio "nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres" y ha animado a las comunidades religiosas a "vivir una vida fraterna intensa" y atenta a "las necesidades de los más desfavorecidos".
Así ha sentenciado que "donde hay alegría, fervor y deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones" y ha pedido no olvidar "las vocaciones laicales a la misión". "Es importante proporcionarles la formación adecuada, con vistas a una acción apostólica eficaz", ha subrayado.
En un mensaje firmado de su puño y letra, Francisco ha advertido de que hoy en día "todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo" y ha recordado que la Iglesia es "misionera por naturaleza" y que ha nacido "en salida".
En esta línea, el pontífice ha explicado que la Jornada Mundial de las Misiones es un momento "privilegiado" porque los fieles de "diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las iglesias jóvenes en los territorios de misión".
El Papa ha detallado que "la alegría" es un tema dominante de la primera experiencia misionera porque Jesús "quiere hacer partícipes de su alegría a los discípulos", una alegría que según ha dicho "es diferente y superior a la que ellos habían experimentado".
Por otro lado, ha subrayado las palabras de Jesús deben entenderse con "referencia a su júbilo interior", donde la benevolencia indica un plan "salvífico y benevolente" de Dios hacia los hombres. Por eso ha explicado Dios "es la fuente de la alegría" que su Hijo "es su manifestación", y el Espíritu Santo, "el que anima".
El Papa ha resaltado que la "contribución económica personal es el signo de una oblación de sí mismos" a Dios y a los demás porque la "ofrenda material se convierte en un instrumento de evangelización de la humanidad que se construye sobre el amor".