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Arcos

Los maestros ‘de siempre’ se jubilan con los deberes hechos

Siete profesores se despiden de la enseñanza con muestras de cariño y gratitud. Para la Corporación, todos los homenajes son pocos frente a lo mucho que han aportado

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Si hay un acto ya tradicional y entrañable en los prolegómenos vacaciones de julio es, sin duda, el homenaje que la Corporación municipal rinde a los educadores que, desde sus respectivos centros, han aportado su experiencia y buen quehacer a las generaciones de alumnos.
Aprovechando la etapa efervescente que vive el teatro Olivares Veas, el Ayuntamiento quiso este año trasladar al espacio escénico la emotiva cita que hasta ahora se ha venido desarrollando en la capilla de La Misericordia. El teatro, como no podía ser de otra forma, se llenó de compañeros, familiares y autoridades para ser testigos directos del reconocimiento público.


Los maestros homenajeados este año han sido Daniel Gutiérrez Andrade y Amalia García Alonso, del CEIP de Alfonso X; Álvaro Troncoso Durán, del CEIP Campoameno; Manuela Rosa Gómez, del colegio Vicenta Tarín; Luis Agar Rodríguez, del Riofrío; Francisco Alcalá Cano, del CEIP El Santiscal; y el exalcalde Jesús Ruiz Fernández, del colegio La Salle Fundación Moreno Bachiller.
Considerando la educación “el pilar básico de la sociedad”, tanto el alcalde, José Luis Núñez,  como la delegada de Educación, Mercedes Álvarez, reconocieron el trabajo que día a día, año tras año,estas personas han tenido al servicio de los niños de Arcos.


La delegada hizo una breve reseña de cada uno de los siete homenajeados, empezando por Luis Agar, quien después de pasar por colegios de Cádiz y Jerez, llegó a Arcos en 1979 con destino en San Miguel, donde mantiene sus mejores recuerdos en las competiciones deportivas. Pasó por San Francisco y durante 28 años trabajó en Riofrío, centro desde donde coordinó proyectos medioambientales y programas de salud y lucha contra la drogodependencia, como Aprende a pensar, programa que fue finalista al Premio Nacional de Acción Magistral.
De Francisco Alcalá destacó que,  tras formarse en Sevilla  y ejercer su labor docente en Bornos durante 38 años, Arcos ha sido su último destino.


Por su parte, Amalia García Alonso, natural de León, fue destinada a Arcos en 1976, al colegio San Francisco. Regresó a su tierra natal, pero algo tendría Arcos  donde durante más de  22 años ha ejercido en diversos centros, la mayoría de ellos en Alfonso X.


Daniel Gutiérrez Andrade, natural de Sevilla, tras recorrer varios centros de la provincia y finalizar el servicio militar en el Sáhara, empezó a trabajar en el colegio Antonio Arocha en 1976, recordando gratamente la nobleza y el buen comportamiento de los alumnos que provenían de las zonas rurales de Arcos. En 1982 pasó  a Alfonso X donde ha permanecido 32 años ejerciendo como jefe de estudios y director.


Álvaro Troncoso, natural de Arcos, realizó sus prácticas en Antonio Arocha, incentivando a la lectura en las horas de recreo con textos seleccionados para el alumnado. Ha impartido clases dentro del programa solidario del Ayuntamiento y ha colaborado con el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes en Cádiz. Se jubila por motivos de salud tras trabajar en Almería, Villamartín y en los colegios Vicenta Tarín  y Campoameno.


Manuela Rosa Gómez, natural de Arcos, comenzó su trayectoria profesional en 1976 en el Vicenta Tarín, en el que ha desarrollado toda su vida laboral a excepción de algún año que estuvo en Jédula. Persona comprometida con el colegio y con el barrio, y que manifiesta que va a echar mucho de menos a sus alumnos.


Jesús Ruiz  Fernández,  arcense, empezó a impartir clases desde los 17 años en la academia Romero Cubero. Tras finalizar los estudios universitarios en Sevilla y Cádiz, empezó a ejercer la docencia en 1977 en La Salle Fundación Moreno Bachiller, compatibilizando esta tarea con su militancia política.


En 1979 encabeza la candidatura socialista en las elecciones locales, siendo el primer alcalde elegido democráticamente. Desde entonces y hasta 1995 desempeña diversos cargos públicos como diputado en el Parlamento andaluz y presidente de la Diputación provincial. En 1995 se reincorporó a la enseñanza. Siempre dispuesto a colaborar y asesorar, ofreciendo a todas las corporaciones municipales su experiencia.


Concluyendo la presentación de cada uno,  los representantes municipales destacaron que, “por muchos años que pasen, la imagen de todos siempre va a quedar en los niños y niñas de Arcos”.
A todos ellos se les entregó la insignia de la ciudad, deseándoles mucha suerte en la nueva etapa de la vida que comienzan, con el convencimiento de que “ellos han dado más de lo que nunca se les podrá agradecer”.
Posteriormente, en representación de todos los que se jubilan, Daniel Gutiérrez agradeció este homenaje, destacando que los siete maestros que se jubilan han tenido vivencias muy parecidas; “la mayoría proceden de una generación muy motivada que se fraguó con rayos de esperanza democrática”. A todos los que son foráneos les hechizó la ciudad y fijaron en la misma su residencia.

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