En el Bajo Guadalquivir sevillano, la industria del cangrejo rojo se ha convertido en un sector económico básico. Cada año se capturan y procesan para su venta tres millones de kilos. Esa industria genera una gran cantidad de desechos.
Ahora, investigadores de la Universidad de Sevilla han conseguido producir bioplástico a partir de proteínas obtenidas de esos residuos orgánicos.
Se trata de material biodegradable que en el futuro podría servir para fabricar envases y todo tipo de carcasas.