Delibes, experto en felinos y asesor de la Junta de Andalucía para la conservación del lince, ha señalado a Efe que esta coordinación del Ministerio es más relevante ahora que, además de Andalucía, Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha construyen centros de cría en cautividad y preparan áreas donde reintroducir este felino, el de mayor peligro de extinción del planeta.
Para este profesor de investigación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) “cabe exigir” al Ministerio “que ejerza las competencias que tiene en coordinación y que ahora mismo no están en su mejor momento”.
“Una asignatura donde puede mejorar manifiestamente el Ministerio es la coordinación entre las competencias que tienen las comunidades autónomas y en el caso del lince me parece bastante evidente”, ha destacado.
Aunque ha expresado su “orgullo como andaluz” por que la Junta de Andalucía sea la que esté impulsando a otras comunidades autónomas y a Portugal a sumarse a la conservación del lince ibérico, Delibes ha opinado que esta labor le corresponde al Gobierno central. “Puedo decir con orgullo de andaluz que es Andalucía la que está animando al Ministerio a que anime a otros, pero sería mejor que lo hicieran los que lo tienen que hacer”, ha señalado.
Delibes aboga por que la cesión de linces a Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha se coordine por una comisión ibérica “en la que Andalucía tendría que estar muy bien representada, pero que tendría que asumir el Estado español”.
Este investigador, que ha dedicado décadas a estudiar el lince ibérico, se muestra equidistante entre las posiciones extremas que defienden que el lince es un animal “andaluz” y las que pretenden imponer el criterio del Gobierno central a las comunidades autónomas. Respecto al Ministerio, ha señalado que ni puede pretender que las comunidades autónomas “que son las que tienen las competencias hagan todo como él quiere ni renunciar a su labor de coordinación”.
Delibes ha subrayado el éxito del programa de cría en cautividad del lince ibérico, que dirige Astrid Vargas, que ha permitido “que sepamos criar linces”, y ha defendido que “cuanto antes consigamos tener muchos, mejor”, pero no por ello se deben ceder ejemplares a Portugal o a otras comunidades autónomas de forma incontrolada.
En su opinión, los receptores de linces deberían de comprometerse no sólo a tener centros de cría en cautividad sino, también, a preservar espacios idóneos para reintroducir ejemplares.