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Abe parte como favorito absoluto en unas elecciones especiales donde la libertad de expresión está bajo mínimos

El primer ministro busca la garantía del pueblo para mantener su política económica y defenderse contra la amenaza de China

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  • ABE -

Japón celebra este domingo elecciones legislativas anticipadas con el  Partido Liberal Democrático (LDP) del primer ministro Shinzo Abe como favorito absoluto en un ambiente extremadamente enrarecido, donde los votantes no tienen realmente claro el motivo del adelantamiento de los comicios --que, según los expertos, consistiría en una maniobra del primer ministro para consolidar su política económica--.

   Los comicios están caracterizados por la declaración el pasado martes de la criticada Ley de Secretos Designados, una expresión del oscurantismo que domina la vida política japonesa.

   Por ejemplo, uno de los aspectos de esta nueva ley --promulgada como tantas otras en el ámbito de la seguridad para proteger al país de la creciente influencia de China en la región de Asia-Pacífico es que condena con hasta 10 años de cárcel la filtración de secretos oficiales. Los críticos se quejan de que la definición de "secreto" es demasiado vaga, y abarca millones de documentos de interés público, como los relativos a los intereses de la industria nuclear.

   Los medios sospechan que se esconde un ejercicio para controlar la difusión de la información, teniendo en cuenta otros indicios, como las declaraciones emitidas esta semana y a este respecto por el jefe de Gabinete de Abe, Yoshihide Suga --"No deberíamos cuestionar punto por punto la ley de secretos"-- o la polémica misiva enviada por el LDP a cinco grandes periódicos en los que les exhorta a cubrir los comicios de manera imparcial. El primer ministro, cabe puntualizar, ha declarado que él no tiene nada que ver con la carta, responsabilidad exclusiva del partido.

   En cualquier caso, el LDP y su ocasional socio de coalición, el conservador Komeito, se alzarán con un mínimo de 300 de los 475 escaños de la cámara baja del Parlamento --ambos contaban con 326 antes de la disolución de la cámara el mes pasado--. La oposición no representará problema alguno: el Partido Democrático de Japón obtendrá unos 70 escaños; el Partido Comunista, aún menos.

   "Aunque el respaldo popular a Abe y a su partido ha descendido , el hecho de que el apoyo a la oposición del PD se encuentre por debajo del 10 por ciento implica que el LDP mantendrá su mayoría con toda probabilidad", según ha señalado la analista Alison Evans a la cadena NBC.

EN SILENCIO

   El veterano periodista estadounidense Jake Adelstein --quien lleva más de dos décadas en Japón-- explica el caso de un joven bloguero de 20 años que se vio obligado a cerrar una página que, con la voz de un escolar de primaria, hacía sencillas cuestiones al Gobierno de Abe, como la necesidad de disolver el Parlamento. El primer ministro, en respuesta, calificó esta acción como una provocación "absolutamente despreciable". El autor del blog, Yamato Aoki, ha cerrado la página y ha emitido una disculpa.

   Adelstein plantea el por qué de estas elecciones, que han costado 500 millones de dólares en un momento en el que Japón ha entrado oficialmente en recesión y el salario medio ha registrado un descenso interanual del 3 por ciento, y critica la existencia de la nueva ley de secretos, por la que decenas de documentos sobre la industria nuclear van a ser clasificados en un momento en el que se está investigando su conexión con el crimen organizado -- "el periodo de clasificación puede ampliarse hasta 60 años", recuerda el reportero Tanaka Minori, quien denunció esta conexión y fue objeto de una demanda por acoso--.

   Estas limitaciones se extienden a la campaña electoral, pero caracterizadas por el tradicional doble juego de la cultura japonesa. Lo que se puede percibir como limpieza electoral --existe un tiempo rigurosamente limitado para los candidatos-- puede esconder irregularidades: cualquier tipo de contacto entre el candidato y el electorado está prohibido. En Japón, la votación está más conceptualizada que nunca.

CONSOLIDACIÓN DE PODER

   Abe espera con estos comicios desviar la atención de las recientes polémicas de su Gabinete, en el que dos de sus ministros han dimitido bajo sospecha de violar la ley de financiación de partidos y un tercero está bajo investigación por tomar copas en un bar sadomasoquista con dinero público; y en el que otros dos recientes nombramientos --la ministra de Asuntos Internos, Sanae Takaichi, y la jefa de Estrategia Política de su partido, Tomomi Inada-- fueron fotografiadas con el principal neonazi del país, Kazunari Yamada.

   Con el voto, Abe espera una ratificación tácita de su política económica, "Abenomics", como la describen los estadounidenses, cimentada en un duro debate parlamentario sobre su estrategia impositiva. Al final, el pasado 1 de abril, entró en vigor en Japón una subida del IVA que incrementa el impuesto hasta el 8% desde el anterior 5%, que supone el primer aumento del impuesto en 17 años y puede frenar el gasto de los consumidores nipones, principal componente del PIB japonés.

   Ocho meses después, Japón parece haber padecido un escopetazo. La economía nacional se contrajo un 1,9% interanual en el tercer trimestre del año, por encima de la caída prevista inicialmente (-1,6%), según los datos publicados este lunes por el Gobierno, que revisan de esta forma a la baja la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) nipón. En términos trimestrales, la economía de Japón retrocedió un 0,5%, frente al dato preliminar del -0,4%.

   Todo ello se condensa en una perspectiva post electoral bastante turbia que el 'Japan Times' llega a comparar incluso con Cthulu, la legendaria y horripilante criatura salida de la mente de H.P. Lovecraft. "Abe va a ganar", indica la pieza de opinión, "declarará que goza de la legitimación popular, y empleará al Banco de Japón como máquina del tiempo para revivir su glorioso pasado" apoyado en un yen barato y su experimento de política inflacionaria para combatir el envejecimiento de la población y mantener su apuesta para seguir gozando de la misma relevancia internacional, como tercera potencia económica del mundo.

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