Las fuerzas de seguridad hongkonesas han desalojado la última zona de acampada y barricadas de la antigua colonia británica, con el objetivo de poner fin a casi dos meses de protestas en las que se pedía un aumento y mejora de las condiciones democráticas.
Un centenar de policías ha irrumpido en la acampada de Causeway Bay, un popular distrito comercial al que acuden numerosos turistas chinos, para retirar las barricadas mientras los activistas se apresuraban a recoger y amontonar sus pertenencias.
La acampada de Causeway Bay era la última y la más pequeña de todas las zonas de protestas, que ya han sido despejadas. Las fuerzas de seguridad comenzaron a poner fin a las protestas la semana pasada, cuando el jueves se retiró la acampada situada al lado de la sede del Gobierno, arrestando a numerosos de manifestantes.
A finales de noviembre la Policía retiró la acampada de Mong Kong, una zona comercial donde se sitúan las principales empresas de la ciudad. Esta operación se desarrolló durante varias noches, al haber enfrentamientos entre activistas y fuerzas de seguridad.
Los más de dos meses de protestas por un aumento de la democracia han supuesto uno de los mayores tanto para el Gobierno hongkonés como para las autoridades chinas. De hecho, para China han supuesto las mayores manifestaciones prodemocráticas desde las de la Plaza de Tiananmen en 1989.