Las autoridades italianas comenzarán la búsqueda de más víctimas del incendio del ferri "Norman Atlantic", que causó el domingo la muerte de al menos once personas, tras la llegada del buque al puerto de Brindisi (sur de Italia), adonde fue remolcado.
La fiscalía de Bari es responsable de las investigaciones en el barco, que ayer continuaba humeando, por lo que no fue posible acceder a los garajes donde permanecen decenas de vehículos y que es el lugar en el que presumiblemente se originó el incendio.
El fiscal de Bari, Giuseppe Volpe, estimó que la cifra de desaparecidos por el suceso podría alcanzar un máximo de quince personas.
"La previsión más optimista es de una decena de desaparecidos", dijo ayer el fiscal a la prensa, que añadió que el número "no supera los 10 o 15" pero que hasta que las autoridades griegas aporten datos sobre pasajeros no se sabrá la cifra definitiva.
El sustituto del fiscal Volpe, Ettore Cardinali, explicó que se ha podido recuperar "la denominada 'caja negra'" del buque, cuyo examen debería poder ayudar a averiguar qué ocurrió en el ferri.
El "Norman Atlantic" llegó remolcado a ese puerto del sur de Italia a primera hora de la tarde de ayer y atracó allí pasadas las 15.30 hora local (14.30 GMT).
La nave accedió al puerto a las 12.35 horas (11.35 GMT) después de realizar una travesía de más de veinte horas desde la bahía de Vlore (Albania), en la que ha permanecido los últimos días a la espera de que mejorasen las condiciones del mar.
El transbordador fue detenido durante algunas horas en las proximidades del puerto mientras las autoridades efectuaban un peritaje previo para asegurar su acceso.
Posteriormente se procedió al atraque del barco en el muelle de Costa Morena Norte, entre el puerto medio y el externo, adonde llegó todavía echando humo.
Las autoridades judiciales de Italia -que se han incautado de la nave- han emprendido una investigación para esclarecer las causas del desastre y verificar si hay más cadáveres a bordo, uno de los "temores" de la Fiscalía de Bari, al noroeste de Brindisi, encargada de estudiar el caso.
Este miedo deriva de la hipótesis probada de que en su interior, además de las cerca de 500 personas registradas, podían viajar también algunos polizones, como los tres ya rescatados -dos afganos y uno sirio- durante la operación de salvamento.